Priísta de toda la vida, Jorge Mario Quintana Silveira quedó al frente de la Coordinación Estatal del partido Movimiento Ciudadano (MC). Se trata de un nombramiento cupular, por la información que corre en fuentes de esa organización. 

Con una larga carrera en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, hace años abandonó el importante cargo de rector para incorporarse de lleno en una carrera, del que supongo es su antiguo partido, en la apuesta por César Duarte a partir de su elección como diputado local, cargo que luego abandonó para convertirse en secretario del Ayuntamiento de Ciudad Juárez con Enrique Serrano, que aspiró a ser gobernador del estado, para prolongar la era de corrupción que ingenuo alucinó el político preso en Miami. Siempre desperdiciar una plataforma rectoral es una mala apuesta, salvo que haya la seguridad de ascender a otros peldaños, pero no fue el caso. 

Sin duda este movimiento se enmarca en el proceso sucesorio de 2021, año en el que se van a elegir todos los poderes locales, y de manera concurrente los nueve diputados que componen la geografía distrital de Chihuahua. A MC se le ubica en la oposición al gobierno lopezobradorista y es proclive –sería un desastre para la organización– a cerrar intereses localmente con el PAN. 

Pienso que sería un colofón extraño para el exrector reconvertido en líder partidario, pasar del duartismo de primera línea a hacer armas al lado del PAN el año entrante. Pero mucho de esto se verá porque hay un oportunismo creciente que todo lo permea. 

Muchas veces me he preguntado hasta cuándo terminará esta política de tránsfugas, porque literalmente se trata de huir de un lugar para otro, sin explicar motivos, sino sólo para acomodarse, en este caso, en la vida política y seguir, como luego se dice, en el pandero. 

La desgracia mayor, pensando en MC, será que desde Miami se tensen los hilos para continuar en un drama que ya debe concluir. 

Ciorán dice que en el juego de los títeres suele haber ahorcados, por la simple razón de que las cuerdas ya están puestas. 

Desde mi ventana, seguiré viendo la prolongación de esta tragedia.