El maestro Martín Chaparro, presidente de MORENA en el estado, fue enfático al disentir de las pretensiones del empresariado chihuahuense de pasar por alto tanto a partidos políticos como a las autoridades electorales, al pretender intervenir en la designación de candidatos a la gubernatura. Sus señalamientos circularon por varios medios y tienen gran pertinencia, además hacía falta que un dirigente partidario se pronunciara en torno a este delicado tema.
Realmente detrás de la actitud empresarial están intereses económicos fuertes que ya en la pasada elección se la jugaron con el oscuro personaje conocido como “Chacho» Barraza, peón de la oligarquía local, con el cual buscaron una continuidad gubernamental para Chihuahua. En realidad son los mismos con diversa máscara, porque este personaje, adversario furibundo de López Obrador, tan pronto se inició la administración de Corral se convirtió en su asesor por designación oficial. Se dijo en su momento que no sería una carga para la nómina, pero el señor sabe hacer buen trabajo y eso no le importa, como lo denota su arribo a Aeroméxico, para lo cual no daba la talla financiera, pero…
De todas maneras son muy pálidos los pronunciamientos, el asunto es mayor y necesita una gran cirugía. Así las cosas para los pretendientes de la silla: Cruz Pérez Cuéllar, Rafael Espino y el auto invitado Víctor Quintana; irán sin el consenso de su partido al diálogo empresarial del que, bien miradas las cosas, forman parte, aunque se vistan con ropajes diferentes.
También le falta iniciativa a Chaparro, que la CATEM, CTN del actual régimen en la “nueva normalidad” realice un foro donde inviten a todos los que tienen posibilidades de llegar a la Gubernatura, no solamente criticar a COPARMEX, esto no es en defensa del organismo patronal, pero no basta con “abortar” en su abortista visión todo lo que hace el otro, pueden orillar a los aspirantes a que nos digan qué soluciones tienen para Chihuahua ante problemáticas tan dramáticas de respeto a la vida, salud, empleo con remuneraciones suficientes, seguridad, procuración e impartición de justicia, educación breve y de alta calidad para todo el que quiera estudiar, infraestructura, seguridad social, respeto de libertades públicas, saneamiento integral de las finanzas públicas, etc. Pero que sean realistas, con presupuestos claros, con políticas públicas efectivas, sin necesidad de cambiar normas y partir de las vigentes, que digan de dónde van a salir los medios financieros y para cuándo y en qué proporción se van a ir cumpliendo las metas desde el Ejecutivo, incluso no teniendo un solo diputado local a su favor, es decir, desde la esfera estricta del Poder Ejecutivo, qué soluciones tienen para Chihuahua y los chihuahuenses. ¡Basta de demagogia!
En el comentario anterior en vez de “CTN” quise escribir “CTM”.