granmorelos-fusilados9may2014

Al cacique mayor le gusta escucharse y más cuando pronuncia sus balandronadas. En el centro de Balleza le dirían que es un recargón. Hace unos días, refiriéndose a las modificaciones habidas en Pensiones Civiles del Estado (muy presumidas pero poco estudiadas) dijo que si no le tuvo miedo a los sicarios, menos a encarar los problemas de esta institución. En realidad, qué miedo puede tenerles con los guardias que en grueso número carga en su derredor, si sus estancias se vigilan con más elementos que los que disponen para sí jefes de estado en naciones más poderosas y si convierte en búnker cualquier evento al que comparece. Así, qué miedo va a tener.

En cambio, los recientes hechos en el municipio de Gran Morelos, donde un grupo de sicarios vestidos de militares ejecutaron públicamente a cinco policías, incluido al comandante, mediante un fusilamiento en las inmediaciones de la Presidencia Municipal, desmienten las palabras que le llenan la boca a Duarte cuando él dice no temer a nadie, y menos a los sicarios. No digo que tenga que andar en campaña directa en los enfrentamientos y hechos delictivos, pero el dicho popular lo ha esclarecido de manera clara y objetiva: la calidad de ciertos hombres los inhabilita para ir a la guerra, porque si van entonces sí están autorizados moralmente para decir que no tienen miedo.