Para César Duarte gobernar es estar en medio de un escenario en el que él, por supuesto, es el primer actor. Ahora con motivo del 10 de mayo prácticamente está peinando las principales ciudades del estado para dar satisfacción a un Edipo político que escenifique el homenaje a las madres con motivo del Diez de Mayo. Toda la parafernalia que rodea estos eventos desmiente la austeridad verbalmente sustentada. Los traslados, la seguridad –que no es poca, aunque dice no temer a sicario alguno–, las rifas, comidas, la presentación de conjuntos musicales como Primavera y todo lo imaginable para la fiesta, son una sangría millonaria con cargo al erario y con la exclusiva finalidad de ganarle auditorios comprados a un político que se debate en la más profunda impopularidad que haya caracterizado a gobernantes chihuahuenses.
Bien miradas las cosas, es agarrarse de la más burda demagogia con tácticas clientelistas fincadas en las rifas o reparto de obsequios, cuando todos sabemos que un día como este, 10 de mayo, ya riñe hasta con los tiempos en los que la mujer ocupa otros espacios allende a la lacrimosa maternidad del pasado. Pero Duarte es de aquellos tiempos, en todos los órdenes; quiero decir, un fósil. Y ahí anda, retratándose con las cabecitas blancas pero para salir él en los medios, y que de las madres se encarguen otros. Es una festividad sin duda intimista, que no tiene por qué hacerse un vehículo más de la hipocresía y la demagogia, como sucedió con el Día del Niño, continuará con los maestros, para concluir con los estudiantes. Y luego las graduaciones y bienvenidas las vacaciones. A eso en latitudes civilizadas lo ven mal, aquí simplemente les llamamos matar el tiempo. Gobernar a través de la fiesta y el espectáculo. Ahora sí que como dijera el carretonero: qué poca madre.
Gobierno en ruinas se convierte en vendedor… de lo que haya
Quizá por la quiebra que padece Chihuahua con motivo de la deuda, el cacicazgo está sacando a la venta las reservas territoriales del estado, también se ha trasminado el dato de que las juntas municipales de aguas y saneamiento irán a parar a manos de particulares en un servicio público básico que sólo puede estar en manos del Estado y hasta el Vivebús, es decir su línea troncal, la quieren poner a la venta para convertirla en negocio de los poderosos y de Doroteo Zapata. Cuando esto sucede uno se pregunta: ¿entonces para qué queremos gobierno? Vendámoslo y hasta de paso acabamos con la política.
Garfio: como político, mejor cantante
Ya se sabía, pero ahora que a los gobernantes, como al alcalde de Chihuahua, les ha dado por montar su imagen en festejos masivos con el claro objetivo de conquistar bonos, se ha revelado que como políticos son mejores cantantes. Así, a Javier Garfio parecen salirle mejor las cosas entonando con mariachi Te quiero porque te quiero a las madrecitas en su día que haciendo declaraciones dolosas, autoritarias y sinsentido en contra de los fotógrafos y la prensa. Para que pueda usted apreciar la voz del munícipe con la única declaración que nadie le puede reprochar (el amor cantado), le dejamos el video del evento.