Vialidad y Tránsito: de que la perra es brava…

De que el perro es arisco, muerde hasta a los de la casa. Pero en este caso ni se trata de un perro ni mucho menos que esté arisco. Se trata, ni más ni menos, de la rebelión de los agentes de Vialidad y Tránsito del gobierno duartista, que pararon actividades para exigir una serie de prestaciones en cuanto a sueldos con los que se cobran y pagan en la Fiscalía General del Estado, al mando del cómplice de César Duarte, Jorge González Nicolás. Los agentes manifestantes pusieron al descubierto que se les exigen cuotas de infracciones y multas, sobre todo las muy jugosas, producto de conducir en estado de ebriedad. En el fondo de esta inconformidad que trascendió a la escena pública, está el desmoronamiento del cacicazgo duartista: cuando los servidores públicos que están sujetos a normatividades policiacas y cuasimilitares salen a la calle a protestar, es que ya todo prácticamente se acabó. Si bien es cierto exigen renuncias de funcionarios segundones, hay una evidente inconformidad tanto con el cacique mayor como con el fiscal general y el recientemente designado Jaime Enríquez, que entre otra de sus cualidades tiene el no conocer el trazo de las calles de Chihuahua. Y aún así, es el nuevo recaudador de multas para la “polla” que al final del día, la semana o el mes, se reparten a costillas de los muy golpeados conductores de vehículos en la ciudad de Chihuahua. El barco duartista ha hecho tanta agua que ya parece submarino agujerado.

Al maquillista Luis Lara se le acabaron los polvos y el rubor

El empresario Luis Lara, presidente del subsidiado (ojo, no es filántropo) Observatorio Ciudadano, por fin dijo una verdad, aunque esta sea a medias: “El fiscal no para… pero tampoco los asesinatos”. En el fondo de esta declaración está el malestar de no pocos empresarios ante el repunte de la violencia, particularmente los robos y los homicidios por ejecución. Lara, al servicio del duartismo, ya no pudo seguir colocando más maquillaje sobre el desdentado rostro del cacicazgo. Por cuanto al fiscal, si no se para es porque ya tiene tan curva la columna vertebral que parece espinazo del diablo.

Optimismo empresarial mexicano, por la paz en Ucrania

Tenía que ser un despacho de Notimex el que da cuenta de que la Bolsa Mexicana de Valores registró ayer su mayor ganancia en lo que va del año 2015. Se habla de un repunte de 2.65 por ciento. En esencia se trata del viejo truco que tiene por base las operaciones bursátiles para simular y engañar incautos que aún creen que cuando la Bolsa va bien, vamos bien todos. Nada más falso. El índice de precios y cotizaciones se movió al alza y los beneficiarios son, para variar, Televisa y el grupo Financiero Banorte, entre otros selectos inversionistas. Pero no puede ser más elocuente lo que envía Notimex y reproducen todos los medios a sueldo de los gobiernos, federal y estatales principalemente, porque con todas sus letras dice que hay optimismo, pero de ninguna manera entre los mexicanos, sino por lo que está pasando hoy con una posible pacificación en Ucrania, o con un acuerdo de la convulsionada Grecia con sus acreedores. Por lo pronto, que de los mexicanos se apiade dios si la policía no alcanza, porque al paso que vamos… Las mismas patrañas, las mismas certificadoras, los potentados de siempre que juegan en su gran casino, aquí llamado Bolsa Mexicana de Valores. Creen que nos pueden conmover hasta las lágrimas por su pacifismo ucraniano, cuando precisamente el garrote se impone por todos lados, y particularmente con desproporción y abuso en la Plaza de la Constitución (Zócalo) que está frente al Palacio Nacional.