Hemos llegado a una deplorable circunstancia: los panistas Javier Corral Jurado, María Eugenia Campos Galván y Gustavo Madero, quieren convertir, en los hechos, a Jaime Ramón Herrera Corral en el árbitro para decidir quién será el aspirante a la candidatura del gobierno del estado por el PAN. Tenemos en escena una tragedia que puede llegar a consecuencias mayores si no se le pone un alto ahora a las puertas de iniciar el proceso electoral en su etapa más importante. 

Del personaje que debiera estar en la cárcel –Jaime Ramón Herrera Corral–, dependen ahora decisiones fundamentales. Nunca como ahora habíamos estado en manos de los delincuentes duartistas.