Imposible no decir que parece que fue ayer. Un día como hoy, hace diez años, Irma Campos Madrigal dejó de estar entre nosotros. Nos dejó su hondo recuerdo que rebasa los confines de la familia, que se extiende a las amigas y amigos y a la comunidad de la que formó parte. Fue una vida para sí y para los demás, en particular de reivindicación de las mujeres en la búsqueda de su igualdad plena y en contra de todas las trabas que impone la sociedad patriarcal. 

En recuerdo del 22 de noviembre de 2009, va este poema de José Emilio Pacheco, tomado de su obra “Como la lluvia”:



Un día volverá

…para traer la Eurídice dormida

Hasta la superficie de la vida.

—Alfonso Reyes (“Arte poética”, 1927)



Un día volverá 

Por calles

Que nacerán para existir como entonces

Le diré: “Eres la estrella

Del alba y el crepúsculo.

La más hermosa siempre en todas partes”.

Pero no:

Es imposible. 

Si volviera de nuevo aquí,

Se iluminara

El mundo de tinieblas que habitamos los vivos

¿Qué harían sin ella los muertos?

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En la foto que acompaña a este texto aparece Irma Campos Madrigal acompañando a la Comandanta Ramona del EZLN.