La Galería de la Memoria y la Recuperación de la Paz sigue dando de qué hablar. Por lo pronto, Marcelo González Tachiquín, secretario del cacicazgo, ha dicho que las críticas bienvenidas. Lo que no dice es que el control de los medios de comunicación han velado precisamente la difusión de las críticas. El autor de estas líneas, por ejemplo, se quedó en espera de que El Heraldo de Chihuahua publicara un artículo hecho a propósito, pero como es puntual en la crítica la autoría del mamarracho llamado galería, se quedó precisamente así, esperando. Se trata de la censura y de la autocensura, de la que se desentiende González, porque forma parte de un gobierno que se sostiene precisamente por el control a los medios. Así que eso de que las críticas serán bienvenidas y sobre todo atendidas, es fraseología hueca. Dice que desde antes que la galería se abriera ya sabían que habría polémica y controversia (¡qué perspicaz!), pero no nos dice que haya habido alguna consulta a la sociedad o a expertos en estos temas, que los hay, y muy calificados, y no son precisamente los que están en la Fiscalía de González Nicolás. Pero qué miseria cuando se nos dice que Educación es responsable del inmueble, pero que el contenido lo estableció precisamente González Nicolás, basándose precisamente en los medios que tienen bajo control. 

 

Lo cierto es que un memorial que adolece hasta de faltas de ortografía habla, y bastante mal, del secretario de Educación; de alguna manera me recordó la falta de prosodia, sintaxis y ortografía del despreciable manifiesto emitido por los rectores a consecuencia de la denuncia interpuesta por corrupción en contra del cacique. Y es que no saben escribir, y por tratarse de un gobierno consagrado viene bien recordarles que eso no da derecho a transgredir la buen gramática.