La investigadora y analista política reconocida nacional e internacionalmente, María Amparo Casar, publicó un libro denominado Anatomía de la corrupción; es una investigación que sale con el sello del prestigiado Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE). La publicación es más que oportuna en la coyuntura actual, dentro de la cual la corrupción política ha alcanzado una visibilidad notable y, como en el caso de César Duarte, ha generado la aparición de una organización como Unión Ciudadana, que ha salido a la calle por primera vez en la historia del país con esa temática que tanto ensombrece a México, no nada más en el ámbito interno sino en los círculos internacionales donde se descalifica al país, precisamente por los gobernantes que abusan de sus puestos y posiciones para enriquecerse de manera escandalosa. El mérito de la obra de María Amparo Casar es traducir a números la magnitud del fenómeno, porque se habla mucho de él pero sin dar las herramientas para su medición, que en este caso alcanza cifras verdaderamente astronómicas, como sería el costo del 9% del PIB, cifra escandalosamente exorbitante, al indicador que suma como otro tipo de corrupción, más pequeña, que golpea las posibilidades mismas de un desarrollo democrático en favor del autoritarismo que se esconde en las prácticas negras de las que se valen los políticos para convertirse en multimillonarios en los tres o cuatro años que ocupan un cargo.
Los aparatos de rendición de cuentas, y en general los encargados de persecución de los delitos y de la aplicación jurisdiccional de las penas, deben someterse a una profunda reforma para demostrar con hechos que algo se hace para remediar este mal, pues no deja de sorprender que en un periodo que va de 1998 (que se funda la Auditoría Superior de la Federación) a 2012, haya 441 casos que llegaron al rango de denuncia, contrastando con los 7 que fueron consignados debidamente. Esto habla de la fortaleza del pacto de corrupción e impunidad que le permite a la clase política, en particular a la priísta, mantenerse poderosamente unida por ese cemento que es la corrupción que hace de ese partido una especie de monumento inconmovible de acero y hormigón.
Tiene razón, y mucha, la autora, cuando subraya que esta patología política debe ocupar un lugar privilegiado en el ámbito de su conocimiento, la información al respecto, porque es sabido de sobra en la ciencia política que a mayor desconocimiento de los rangos de corrupción, se corresponde la tolerancia y la permisividad a la misma. La obra de la doctora Casar está llamada a jugar un rol muy importante para la mejor comprensión de este bochornoso tema.
Esta corrupción de que se habla, no es ajena a la Gran Logia Masónica que sus mas recientes autoridades (Grandes Maestros) han partidizado La Orden, en contra de nuestros propios estatutos y que por tal razón algunos masones hemos tomado la iniciativa y se ha demandado al anterior Gran Maestre Lic. Guillermo López Nájera y que actualmente al igual que otros masones se refugian con el también masón Marcelo González Tachiquín, dicha demanda esta radicada en el 8o. Juzgado de lo civil en expediente 378/2015; los masones que otrora éramos símbolo de honradez y buenas costumbres, ahora nuestro nombre se ha enlodado por la danza de varios millones de pesos y que nunca se nos tomó en cuenta para de hecho hipotecar nuestro templo masónico en la ciudad de Parral (el antiguo Teatro Hidalgo) convertido en ruinas y refugio de malvivientes y de acuerdo con el Instituto de la transparencia se encuentran invertidos $6 800 000.00 (seis millones ochocientos mil pesos).
López Nájera respondió a la perfección al actual Síndico Municipal de Cd. Juárez, el mas corrupto de todos y que aspira ser el presidente de la asociación de Síndicos de la República Mexicana y catapultar hacia la Presidencia Municipal de esa frontera.