Murieron 40 personas en la estación migratoria de Ciudad Juárez, y los diputados locales de MORENA no salieron a las calles.
Mataron a dos jesuitas y un guía turístico, y los diputados locales de MORENA no salieron a las calles.
Amurallaron el Palacio de Gobierno y la Presidencia Municipal, conculcando las libertades, y los diputados locales de MORENA no salieron a las calles.
Se abate desde hace tiempo sobre el estado una sequía catastrófica, y los diputados locales de MORENA no han salido a las calles.
El cuñado de la gobernadora Maru Campos se hace presidente municipal de Chihuahua, y los diputados locales de MORENA no han salido a las calles.
El estado de Chihuahua, según el Inegi, es el más corrupto del país y uno de los más violentos, y los diputados locales de MORENA no han salido a las calles.
Los migrantes se encuentran en circunstancias inhumanas, reprimidos, y los diputados locales de MORENA no han salido a las calles.
Se cocina en los círculos del poder la libertad de César Duarte, y los diputados locales de MORENA no han salido a las calles.
Les impusieron a Javier Corral, Cruz Pérez Cuéllar, a la familia Murguía Lardizábal, y los diputados locales de MORENA no han salidos a las calles.

Esos graves problemas y muchas causas más se padecen en Chihuahua, pero que no le toquen a MORENA la posibilidad de que sus diputados locales se reelijan, y entonces sí salen a las calles.

Como partido no saben procesar sus decisiones ni defender los derechos de los militantes, y entonces responsabilizan a sus adversarios –legado lopezobradista–; y no fueron capaces de lograr la presidencia del Congreso (por cierto, cargo decorativo) y ahora han caído en un conflicto y agresividad que semeja mucho al que pueden tener un conjunto de gatos en un costal.

Entonces sí, Cuauhtémoc Estrada, Gustavo de la Rosa, su sobrina Brighite Granados, mediante el mecanismo de acarreo, pagando camiones, tortas y refrescos, montan una manifestación para culpar al gobierno del estado y a las instituciones electorales, de lo que ellos no han sido capaces de resolver porque les compete por entero. Se fueron por la opción fácil: “es Maru”.

Claro está que la gobernadora del estado les quiere “romper el hocico”, según sus dichos, y no otra cosa podría esperarse para que los morenistas se dedicaran a procesar bien sus decisiones antes que andar buscando responsables externos de sus fracasos.

Pero eso no es todo. Salen a las calles no por los problemas que encabezan este texto, sino en defensa de sus huesos, cargos, dietas, expectativas personales de futuro y todo lo que significa estar apoltronado en una posición bien remunerada y gozando de las famosas mieles del poder.

No faltaron en esto el exhibir que están luchando contra una traidora que debieran enjuiciar al interior de su partido; me refiero a la diputada –hoy exmorenista– Adriana Terrazas, que se dice agredida, sin explicar obviamente que se entregó a la gobernadora y al PAN. Pero los morenistas, capitaneados por Estrada, lo que buscan es sus propios y particulares intereses, aunque al estado de Chihuahua se lo lleve el diablo. Y luego se dicen de izquierda.

Tampoco podrían faltar en la manifestación quienes padecen la “enfermedad del hueso” (López Obrador dixit), como Víctor Quintana; y la ferocidad de algunos conversos, como el expanista Miguel Latorre, que protesta con alta intensidad ataviado ahora de guinda.

Estos diputados, manipuladores de un pequeño grupo, dicen que están haciendo historia. Y en efecto, es la primera manifestación que se hace en defensa de un osario, es decir, de sus propios huesos y sus dietas.