murillo-karam-25nov2014

Con el estrés que un tirano sufre cuando está abrumado por los hechos que día a día le caen encima para su descrédito, César Duarte dice “vaya, ya era hora”, en referencia a la ratificación de la denuncia penal que entablé en su contra y que avanza, y avanza bien. Es importante que todos, pero particularmente el procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, sepan cómo Duarte percibe las diligencias que esa institución realiza para esclarecer hechos tan graves como los que se le imputan. Léalo sin parpadear: “Me da mucho gusto que a un chisme finalmente le hayan dado forma, porque entonces tengo la condición inmediata de aclarar y no litigar mediáticamente como han pretendido vincular un tema que de ninguna manera tiene razón”.

En otras palabras, lo que Duarte dice es que la PGR atiende chismes en el rango de averiguación previa, pues ya abrió un expediente con el número 2143/2014-VI-A del índice que se lleva en Ciudad Juárez. Y si esa opinión le merece lo que hace la institución, allá él, pero la realidad nos habla de que el expediente marcha en la dirección correcta. Incluso va este dato: aún antes de la ratificación de la denuncia realizada ayer a las 11:00 horas en la ciudad antes dicha, el Ministerio Público había desencadenado la investigación con un racimo amplísimo de oficios girados al Registro Público de la Propiedad, Comisión Nacional Bancaria y de Valores, notarías, Secretaría de Hacienda de Chihuahua, Junta Central de Aguas y Saneamiento, Unión Progreso y su derivación en banco, y especialmente sendos oficios dirigidos a la Unidad de Investigación en Inteligencia Financiera para conocer a fondo la esencia y contenido de la denuncia que para Duarte es un simple chisme que alcanzó forma.

Duarte cree que mostrándose aparentemente osado y forzadamente jocoso le va a hacer frente a la profunda crisis en la que se encuentra. Al respecto, simplemente afirmo: la investigación en su contra, que incluye a sus cómplices Jaime Herrera y Carlos Hermosillo, va. Y tengo para mí que al resultado de la misma hasta nos vamos a encontrar con sorpresas mayores.

Por último, quien le ordenó a todo el aparato de educación media y superior que fuera a distraerse con las vacaciones navideñas, quien compra el silencio de no pocos medios, quien se protege con un silencio que ya no le resultó, es el que ahora viene a acusarnos de que se litiga en los medios. Bien se ve que su formación de abogado es precaria, por decir lo menos. ¿Qué no sabe que el procedimiento se inició con una denuncia consistente que hoy tiene el rango de averiguación previa y bueno sería que asimilara que aún antes de que se ratificara la denuncia la propia PGR ya la investiga?

El mitómano cree que un día sus mentiras se convertirán en verdad. No lo verán sus ojos.