De que el chayote que reciben los diarios de Osvaldo Rodríguez Borunda es grande, lo constata la columna GPS del día de hoy, de una manera indirecta, pero no menos obvia.

Resulta que la pareja sentimental de la gobernadora Maru Campos recibe el tratamiento de “don”, inusual en el estilo que caracteriza a este tipo de entregas en los periódicos; pero aquí una simple expresión de la deferencia se paga y con muchos recursos del erario.

Se le festina a Víctor Cruz Russek que haya obtenido una presea en la competencia de razas de caballos que los ganaderos realizan para distinguir a los más finos, y se deben entender un par de cosas: los que tienen dinero en abundancia y los que además están muy bien colocados en la esfera política, en este caso, el pretendiente número de palacio. Este cumple con creces ambos requisitos.

Esto por una parte. Por la otra, el ganón es el dueño de los diarios, que además mostró una filosa navaja de rasurar. Tengo para mí que quien escribe la columna (todo mundo sabe quién es) ha descendido a la indignidad superlativa.