Columna

Alibaba ya estaba; los cuarenta ladrones también

Al paso que vamos, la gobernadora pronto cambiará su nombre a Mary Eugenie Fields. Sus constantes viajes a Washington y suspiros por Norteamérica se expresan de muy diversas maneras, y algunas francamente mueven a risa.

Hay una secuela de hechos, como anunciar que la chocolatera trasnacional Hershey’s ya llegó a incrementar la diabetes con sus excesos de calorías, azúcares y grasas saturadas, utilizando a la etnia rarámuri para hacerla parte de un emprendedurismo que, hablando francamente, no sacará de la postración a los habitantes de la sierra, en especial a los pueblos originarios.

Gobierno, empresa y uso de etnias.

La última fue la presentación de la plataforma de mercadeo por internet de Alibaba Group como un logro de su gobierno, seguramente para mostrarlo en su próximo informe. La mayoría entendemos que todo mundo sabe hacer compras por internet sin intermediario de ninguna índole, mucho menos de entidades gubernamentales. Basta saber hacerlo, tener tarjetas o dinero, y ya está. Pero a la Ejecutiva le gusta aparecer en público abriendo las carpetas para mostrar éxitos inexistentes.

Tan grotescos resultan estos anuncios como ver al coordinador del Gabinete, Luis Serrato, ojeroso, como si le hubiera costado muchas noches alcanzar la meta de que Alibaba llegara por estos lares.

Por eso pienso que en muy poco tiempo cambiará su nombre por otro más sonoro en la lengua de Shakespeare.

No faltó quien comentara que algo puso el gobierno: los cuarenta ladrones, infaltables en la historia de Las mil y una noches.