Columna

Senador Carlos Loera: mucho ruido y pocas nueces

Al paso que va, el senador morenista Juan Carlos Loera De la Rosa jamás podrá pasear por las calles de las poblaciones ribereñas del Conchos. Es ingeniero pero se arroga el conocimiento de calificar de “legaloides” un conjunto de amparos tramitados ante la justicia federal que no describe, por una parte, pero sí se cuelga del enfrentamiento con el poder de los jueces para atizar el fuego en las poblaciones de esa zona. Según afirma, CONAGUA está “rebasada” y culpa a los nogaleros que tienen sus plantaciones en una vasta región. Estamos hablando de inversiones muy altas de capital que dan cuerpo a una producción de nuez de exportación.

Si fuera real su preocupación y no producto del odio que se ha dedicado a sembrar en el estado, debiera hacerse cargo de que ya van alrededor de siete años que MORENA tiene el poder presidencial y, por ende, la conducción de todas las dependencias que tienen que ver con agricultura y manejo de las aguas nacionales que no han dado resultados; no digamos algo de qué presumir, sino simplemente acciones administrativas en positivo.

Se dice muy fácil que no es necesario modificar el Tratado de Aguas con Estados Unidos, aunque el impacto que actualmente tiene sobre las aguas del Río Conchos revele lo contrario. Igualmente se va contra los nogaleros sin ofrecer soluciones viables para retirar sus cultivos, como si eso pudiera hacerse de la noche a la mañana.

Antes nos habló este senador de pozos clandestinos y de otros obtenidos ilegalmente mediante mecanismos de corrupción política; pero que se sepa, no hay nada que lo demuestre, y ciertamente debe haber un tráfico ilegal de pozos, pero no existen procedimientos administrativos para cancelar concesiones, mucho menos acciones penales concretas. Podremos decir que en el discurso de Loera hay mucho ruido y pocas nueces.

Más que discursos, y en virtud que el senador forma parte del gobierno federal, en todo caso debiera informar de las acciones concretas para resolver los problemas que señala. Pero de eso no hay nada.

Que el asunto está en la competencia del gobierno, que CONAGUA es parte de la administración federal, eso es algo que por sabido ni viene al caso reiterar, si no fuera porque ahí es donde está la responsabilidad, la incuria y desatención.

En realidad los senadores de Chihuahua han dado mucho que decir, pero por sus desatinos. Loera en esto tiene su historia; Andrea Chávez va por la misma senda, y Javier Corral, aunque ya no lo compra nadie, ahora aparece en la escena pública retirándole el sonido al micrófono a su examiga Denisse Dresser.

Con senadores así, para qué queremos república.