Contra el despotismo, actuar con libertad
Es quizá la Ley Fundamental de Alemania la que mejor ha definido la división de poderes, el balance que posibilita y el sentido del Estado de derecho. En efecto, su artículo 20 dice: “El poder legislativo está sometido al orden constitucional; el ejecutivo y judicial, a la ley y al Derecho”. Después de haber padecido dos guerras y un atroz totalitarismo, no hay mejor formulación ni compromiso para establecer las bases para saldar un pasado tan trágico como el de la Alemania Nazi. Por eso ahí está escrito la palabra Derecho con mayúscula.
No necesita muchas explicaciones el sentido de ese precepto, ahora que MORENA –desde la cima hasta la sima– contesta con fanáticos argumentos cualquier crítica que se le plantee, más si es contra su líder único y absoluto Andres Manuel López Obrador.
Dentro de esos “argumentos” hay uno recurrente: “tenemos treinta millones de votos”. A mi juicio, podrían tener más, pero de todas maneras están sujetos sus representantes a la Constitución, y sus ejecutivos y los jueces, magistrados y ministros del aparato judicial están vinculados, en esta visión, a las leyes y a eso que parece intangible que se llama derecho.
Actuar en dirección contraria a esa visión es exhibir, con absoluta claridad, las ansias por ejercer un despotismo que México no merece y jamás votó.
La libertad como herramienta y como meta, es el reto de los ciudadanos.