Plan para la lectura y escritura: innecesario el azul y el desprecio burocrático
Se lanzó el Plan Estatal para el Fomento a la Lectura y Escritura. Los objetivos, a no dudar, son más que loables y seguramente esto concitó que las universidades de Chihuahua y Ciudad Juárez, y otros subsistemas de educación hayan ofrecido su participación. Fue el 4 de mayo por la tarde y en el patio del Palacio de Gobierno de la ciudad de Chihuahua que se dieron cita funcionarios, promotores culturales y escritores para atestiguar el arranque de dicho plan.
En concreto, quien hizo la propuesta práctica y tangible para que eso suceda en la vida cívica fue el editor y poeta Rubén Mejía Valdez, quien anunció la futura publicación de cien títulos que tienen que ver, en buena parte, con nuestra realidad regional. No soslayaron, los que intervinieron en el acto, que se está frente a un reto mayúsculo y que necesariamente se tiene que encarar, convengo absolutamente en ello. Empero, quiero deslizar dos críticas: pintar de azul el plan en la imagen gráfica, es achicarlo, empequeñecerlo, puesto que la invitación es universal por su contenido. En segundo, es de cuestionarse la ausencia de los secretarios de Educación, Pablo Cuarón, y de Cultura, Águeda Lozano, que recurrieron al cansón estilo de enviar representantes.
En especial, deseo subrayar la ausencia de la escultora secretaria, porque en un evento de este calado no admite justificación el no atender de manera directa, palpar el sentir de la comunidad y dejar de lado el tufillo elitista que la acompaña. Por cierto, entre algunos de los asistentes al evento, simplemente lo paso al costo, circuló la crítica a doña Águeda por sus malos tratos a quienes conviven en la burocracia a su lado. De ser cierto, no tan sólo es lamentable sino qué ausencia de sentido práctico de lo que es la cultura, en última instancia.