Ahí está el detalle
Los gobiernos de todos los órdenes, sin excepción, propenden a mentir y engañar a la sociedad en todo aquello en lo que son omisos o, las más de las veces, ineficientes en su desempeño.
Esto se agranda cuando están coludidos con los intereses ajenos a los fines del estado y del derecho y que son adversarios de ambos. En todo esto la desinformación juega un gran papel mediante la compra de los medios de comunicación.
Va aquí un ejemplo sencillo:
Los aparatos encargados de combatir al crimen organizado, fuente de gran parte de la violencia, emiten recurrentes noticias con las que aparentan saber mucho, tener mapas certeros y estar desplegando su acción; pero los resultados no llegan.
El caso es lo que sucede actualmente en la ciudad de Cuauhtémoc: las autoridades saben que la violencia y la destrucción del Escudo Centinela se debe a las disputas entre los cárteles, los mencionan por sus nombres y a sus jefes por sus alias; además afirman que hay policías vendidos, dónde operan y qué niveles de mando tienen, que esto o aquello. Saben todo eso, pero no dicen de dónde obtuvieron la información y el porqué de su conocimiento, lo que sería comprensible.
Pero lo grave es que no saben cómo resolver el problema, y además no lo resuelven, o no quieren resolverlo de fondo. Y ahí está el detalle, como diría Mario Moreno “Cantinflas”.