No obstante que el diputado local Carlos Olson es experto en las suertes de la charrería mexicana, entre ellas una denominada “paso de la muerte”, que puso en práctica cuando brincó de la bestia Madero a la yegua Galván, subió a tribuna el día de ayer, debidamente caracterizado como todo un cowboy para proponer que la suerte conocida como “ocho segundos”, que consiste en montar un toro bravío al menos durante ese periodo de tiempo, pase a formar parte del patrimonio cultural de del estado de Chihuahua.

No me detendré en cuestionar lo estrecho de su concepción de la cultura, sería ocioso; lo que sí quiero llamar la atención es que es todo un dispendio pagarle su “dieta” en gratificación a su traición previa y al dislate de hacer una propuesta estrafalaria, por decir lo menos.

Hurgando en la historia de estas cosas, nos encontramos conque la referida suerte no tiene ni siquiera un anclaje claramente registrado como algo oriundo de nuestra entidad. ¡Qué dirán los texanos, por ejemplo! En todo caso, forma parte del divertimento de la ociosa clase ganadera que no se hace cargo del salvajismo de tal actividad, que puede ocasionar riesgos que terminen con la vida del jinete o que pase el resto de sus días en una silla de ruedas.

Así las cosas, no resultaría extraño que un día de estos Mario Vázquez promueva la declaración de que el padre Maldonado es el santo de Chihuahua y hasta se desplace la feria de Santa Rita para darle su nombre. Y todavía más atrevida sería que otro diputado panista nos venga con que también quiere que se eleve el color azul celeste a uso institucional de manera perenne.

Lo que son las cosas: los ocho segundos de Olson contrastan con los doce años que los diputados de la bancada panista desean para los legisladores locales en sucesivas reelecciones. Carajo.

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El siguiente link contiene un video reciente en el que un jinete de rodeo pierde la vida en el estado de Guerrero. Las escenas son fuertes. Se recomienda discreción:

https://youtu.be/obYNlk8MNVM?t=55