A los funcionarios supuestamente competentes, los sucesos del carril del Sauz, donde perecieron siete personas y se registraron varios heridos, los agarró fuera de base.

Tanto es así que Gilberto Loya Chávez, secretario de Seguridad Pública Estatal, declaró que había once muertos; Eloy García Tarín, director general de Gobierno, confiesa que se lo pasaron por alto y realizaron la carrera de caballos clandestinamente, lo que es increíble desde donde se le quiera ver; y el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, realizó su viaje a Querétaro, para presumir su modelo de seguridad y hacer exhortaciones para que todo funcione bien, según su óptica.

Estamos frente a un inocultable fracaso, lo que es alarmante porque se trata de una masacre de las que suelen suceder en estos eventos que se reitera su realización a pesar de que hay múltiples experiencias al respecto, negativas las más de ellas.

Ayer hubo control a los medios noticiosos radiofónicos, muy efectivos para comunicar este tipo de sucesos, y algunos desplegaron tiempo más que suficiente para informar de un crimen colectivo en Ohio, Estados Unidos, callando absolutamente lo que sucedió a 50 kilómetros de la estación difusora más lejana. Esto sólo se explica por la mordaza de oro.

No asoma en ninguno de los medios cuasi oficiales ninguna crítica, ninguna discrepancia con la versión oficial, lo que consideramos una manipulación extrema para mantener a los ciudadanos de Chihuahua en una especie de encantamiento por el maruquismo.

Por lo pronto, vemos lo de siempre: autoridades que no se enteran de lo que pasa, lo que es una mentira evidente; policías que llegan tarde, cero aprehendidos, seguramente muertos que pasaran a las cifras negras por la ausencia de justicia e impunidad, como ya se ve que sucederá con los crímenes que hubo recientemente en la carretera entre Janos y Ascensión.

Pero eso sí, las encuestas pagadas no paran y nos hablan de que tenemos un buen gobierno estatal y un alcalde bien posicionado en el Ten Top. En otras palabras, vivir de cosméticos y burdas mentiras.