No pocas columnejas políticas de Chihuahua, cuando se refieren al poder –donde quiera que esté–, suelen ser como los bizcochos: dulces, blandas y esponjosas. Es el caso particular de una por la que responde la dirección de un periódico digital que se autoasignó ser la opción de Chihuahua. Hoy circula con una cápsula en la que, pensando que todos los lectores son absolutamente ingenuos, se deshace almibaradamente en palabras en favor de José Miguel Salcido –Pepe, para el columnista– al que no descarta de una lista metafísica, ya que no se sabe si para un cargo público o para la de Schindler. Pepe, el de sus confianzas, es trabajador, lucha, sabe leer señales… Además Peña Nieto fue amigo de su hermano, algo así como una ubicación privilegiada para escalar al cielo mismo del poder.

En otras palabras, para no cansarlos: el autor de la columna se conduce como un auténtico bizcocho: dulce, blandito, suficientemente esponjoso, porque eso, además, le posibilita un munificente ingreso llamado coloquialmente chayote, y también, llegado el caso, de que la amistad peñanietista no favorezca a Pepe, pues puede irse con su música a otra parte a cantarle loas al que resulte con la candidatura, sea hombre o mujer. Pero pequeño detalle: Pepe no cumple los requisitos constitucionales de elegibilidad para el cargo. Pero eso qué importa cuando se presume tener una mirada profunda, casi doble, sobre la realidad.

Reproduzco, y al respecto proporciono el link correspondiente, para examinar la falta de requisitos de Pepe que en la bizcochosa columna no se advierte. Se los dejo AQUI