Columna

Gobierno empresarial y pobreza creciente

Mientras a la inmensa mayoría de la población la golpea, como nunca, la carestía de la vida, el gobierno de María Eugenia Campos Galván se dedica a una política cosmética para salvaguardar su imagen, la del PAN y la de una administración errática que pronto entrará en crisis.

Cada vez se hace más indispensable la conformación de un gran frente en la defensa de la economía popular. Ya basta de escuchar en boca de los gobernantes panistas, entre ellos, principalmente, el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, que su matrimonio es con los empresarios, en desprecio de obreros, clases medias y los pobladores que viven en la miseria.

Se habla de empatar al gobierno con la competitividad empresarial, pero la agenda de salarios y justicia laboral están ausentes. Incluso estos funcionarios, acompañados por Juan Carlos Loera de MORENA, inauguraron hace poco la México Assembly Wiretech, teniendo como única participación romper el listón inaugural, pues nada hacen en esto, salvo prestar los servicios del estado para ensamblarlos a los intereses trasnacionales y, en fin, empresariales.

Hay un clamor que se empieza a escuchar en muchas partes: crear el frente por la defensa de la economía popular.