
Desempleo en Chihuahua y los ‘otros datos’
Según estadísticas oficiales y del propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recogidas por la prensa local, que no tiene más remedio que publicarlas en contraposición de sus intereses con el gobierno estatal, y ante las evidencias de los “otros datos”, que también permean en una versión local, Chihuahua anda muy mal en materia laboral: el desempleo va en crecimiento y las denuncias en el mundo del trabajo acumula rezagos que ni la conversión al ya no tan nuevo modelo de conciliación laboral ha podido resolver.
En el primero de los casos, y conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborado por el INEGI correspondiente al mes de abril de 2025, se destaca que el comportamiento del mercado laboral en el país, particularmente para el caso de Chihuahua, registró 1 millón 200 mil personas en situación de desempleo, es decir, 26 mil 400 personas más sin trabajo que en el primer trimestre de 2024.
En general, a nivel país, la tasa de desocupación fue de 2.5 por ciento, mientras que la población económicamente activa en la informalidad se ubicó en 54.7 por ciento, prácticamente igual que en el mismo periodo del año pasado.
Hay varios elementos que se pueden someter al análisis a partir de esa encuesta, como el hecho de que el porcentaje de desocupación en mujeres (52.6%) fue superior al de los hombres (27.2%), entre otros aspectos.
En el segundo caso, de los más de 8 mil expedientes abiertos en materia laboral, sólo el 31.77 por ciento han sido resueltos, en un periodo de cuatro años, según cifras del Registro Administrativo en Materia de Justicia Laboral, federal y estatal, recogido igualmente por el INEGI. En números, desde 2020, casi 6 mil expedientes no han sido resueltos y son reclamos que van desde salarios vencidos, reinstalación y pago de indemnización constitucional, hasta el cumplimiento de vacaciones y el pago de la prima vacacional.
Pero el discurso oficial es más optimista. A cada rato se nos repite que los ciudadanos de Chihuahua podemos contar con este gobierno; pero lo único que contamos, sin tener cifras precisas ante la conveniente falta de transparencia, son números que restan: crímenes, desempleo, robos, gastos superfluos, sequía, deficiencia en los servicios de movilidad urbana (baches, otros mal tapados, nomenclatura deteriorada e ilegible, semáforos inservibles…). Y con todo eso, también nos bombardean propagandísticamente con aquello de que ofrecen “Más” de lo mismo.
En Chihuahua la ocupación principal de los políticos a sueldo y con poder es desde hace meses la del clarividente, la de la gobernadora pitonisa y su prensa agorera para ver hacia dónde avanza la que todos ellos, en conjunto, han dado en llamar “caballada”, rumbo al 2027.
De por sí es difícil creerle a los gobiernos sus discursos cuando estos contrastan claramente con la realidad, menos lo será avanzando el tiempo, porque esa narrativa es la que no solamente sostendrán, sino que fortalecerán con más mentiras y manipulación mediática en tanto se consumen las semanas y meses para llegar al anhelado cambio de poderes en la entidad, fecha para la que muchos y muchas se soban desde hace buen rato las manos.

