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CNTE: Sheinbaum revoca su voluntad de diálogo

La ruptura está a la vista de todos. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha quebrantado su buena relación con el gobierno de Claudia Sheinbaum. Es inocultable que la CNTE apoyó electoralmente las elecciones de 2018 y 2024 y que particularmente mantuvo un trato no áspero con López Obrador, a diferencia de las rispideces que estamos viendo ahora.

Si bien este es un hecho evidente como se sugiere, tiene otras lecturas que son pertinentes a la comprensión de lo que sucede. En primer lugar son inobjetables la razón y la justicia que les asiste a los maestros movilizados en diversas partes del país, particularmente en zonas como Guerrero y Oaxaca, que reportan un rezago ancestral.

No es fácil librar este tipo de luchas que evidentemente causan molestias al común de los ciudadanos que necesitan desplazarse por las calles de las grandes ciudades, más si se trata de la compleja Ciudad de México con un tráfico y una movilidad enormes.

Pero está visto, y la experiencia así lo demuestra, que las personas, los trabajadores, los campesinos, los maestros, los desvalidos, no realizan estas acciones por gusto o porque encuentren un confort envidiable. Lo hacen por necesidades obvias y en reclamo de compromisos de tipo electoral, como los que existen en la especie.

Para nadie es desconocido que bajo la denostación total del neoliberalismo y la contundente condena de los presidentes de la república que lo profesaron, tanto el expresidente López Obrador en campaña, como Claudia Sheinbaum, también en campaña, se comprometieron a revocar medidas legislativas regresivas en materia de pensiones y prestaciones en los servicios que deben ir acompañados y con mucha calidad para sobrevivir a los flagelos que trastornan los ingresos y la salud, en este caso de los maestros.

En tiempos de campaña electoral y cuando se anda acumulando fuerzas no está de más comprometerse a todo, y son lógicas dos consecuencias: en primer lugar que el prometer no empobrece y que demagógicamente se ofrece realizar hasta lo imposible con tal de conquistar una clientela electoral.

Los estrategas electorales de MORENA seguramente mostraron pericia en conquistar el voto mediante una oferta más que generosa y comprometida, para luego desdecirse o no cumplir. Pero los reclamantes, los maestros en movimiento, los que se han liberado de las cárceles corporativas de la cual el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es ejemplar, toman en serio los compromisos, honran su palabra y cumplen. Y así, cuando las cosas van por otro rumbo, se ven orillados a las protestas como las que hoy hemos visto, particularmente en las calles de la capital de la república, gobernada por el partido hegemónico, y obstrucción de vías ferroviarias en estados como Chihuahua.

Claudia Sheinbaum ofreció el diálogo directo y luego se desdijo. Su importante voluntad viró al cuestionamiento, con un discurso particularmente riesgoso, como lo es tildar al movimiento de la CNTE de estar impulsado por una “etérea derecha”. Eso, por una parte; y por la otra, de que esta organización pretende boicotear el proceso electoral para la reforma judicial. En ambos casos es obvio que la presidenta miente, y lo hace con plena conciencia.

Pero su revocación para dar paso al diálogo fue luego de que se impidió, por primera vez, la celebración de una “mañanera”, ahora apodada “del pueblo”, que se ha convertido en el púlpito dominante para colonizar la opinión pública nacional. No importó antes la obstrucción de arterias fundamentales ni lo que sucedió con el aeropuerto internacional de la Ciudad de México; eso no estuvo en presencia. La decisión de negarse a un diálogo fue cuando se le afectó su poder, cuando se tocó el nicho simbólico del ejercicio de un gobierno que tiende a la autocracia.

De paso hay que decir algo importante: los secretarios designados para el gabinete, como serían los titulares de Gobernación y Educación, en realidad están muy distantes de comprender a plenitud lo que está en juego con la justa movilización de los maestros. Especialmente la deficiencia se advierte en el caso de Mario Delgado, un improvisado para el importante cargo educativo, como improvisado es Martí Batres en materia de seguridad social, ahora que es titular del ISSSTE y ejemplar nítido del nepotismo que sólo se combate de los dientes para afuera.

Con dos apuntes finalizo esta columna. Periódicos como Reforma prácticamente están invitando al uso de la fuerza desproporcionada, apelando a las molestias que sin duda se causan con estos movimientos y sin entrar a valorar las raíces del mismo. Por otro lado, es obvio que hay algunas fuerzas internas en el gobierno que quieren empezar a batir los tambores para la represión. Cuando esto se conjuga en una voluntad estatal, la violencia asoma peligrosamente.

Me llama la atención un cartón de Reforma de la semana que concluye, en el que de dos garras a modo de titiritero, que pueden ser de un águila y que da la impresión de pertenecer a un mismo monstruo, cuelgan la CNTE de un lado, pintada con desprecio, y de otro Claudia Sheinbaum, acusándola esta de derecha. Sería todo un cartel digno de una propaganda nazi.