Son muchos. Aproximadamente una veintena de hombres y mujeres se registraron para presidir la Comisión de los Derechos Humanos en el estado; al final desistieron de esa ambición los diputados Gustavo De la Rosa Hickerson y Blanca Gámez. Autocontención o lo que sea, el hecho es de subrayarse. 

A pesar de que Javier Corral Jurado se encuentre en el sótano de la popularidad, no se descarta que pretenda imponer a alguien de su simpatía, cerrando así el círculo de atentados a la división de poderes. Por las vísperas se sacan los días y esa pretensión ronda como un fantasma entre los que engrosaron la lista de candidatos.

Valga el eufemismo: el Congreso tiene la última palabra y observar las alianzas que se den para obtener la mayoría calificada dirá mucho de lo que tenemos aquí en el estado. La decisión llegará antes de que el turismo cuaresmero se desate. 

Por lo pronto, lo correcto sería darnos cuenta de que muchos de los aspirantes son simplemente desocupados en búsqueda de trabajo. Luego a esquivar un falso debate de género: hombre o mujer, siempre y cuando representen la mejor opción. Para terminar esta tercia de argumentos, se enfatiza que quien llegue ahí no tenga ahora compromisos con el poder establecido, ni mucho menos vínculos actuales de jerarquía con el gobierno de la impopularidad que padece Chihuahua.