El PES, herencia nefasta
Según información periodística, se cocina mantener el registro del Partido Encuentro Social (PES) como partido nacional. No tiene caso especular y, en todo caso, habrá que esperar que el tribunal electoral diga la última palabra, por cierto irrevocable. En realidad es un partido que se prodigó desde el seno mismo del gobierno de Enrique Peña Nieto, alentado por el auge electoral del lopezobradorismo y las relaciones muy estrechas que mantiene con los pastores evangélicos. Por este carácter confesional no debiera gozar de la patente electoral, pero debemos a un tinglado en el que MORENA fue fundamental que hoy tengamos esta involución política.
Aquí en Chihuahua el partido cuenta con representación en el Congreso y uno de sus diputados, Misael Máynez Cano, resultó una pifia.
México reclama un genuino sistema de partidos, no un adefecio de partidos.