El caso Manuel Velasco, el archioportunista político chiapaneco, ha evidenciado el nulo respeto que MORENA tiene por la Constitución, que en campaña juraron llevar a la cúspide más alta. Juzguémoslo a la luz de la simple lectura e interpretación gramatical del artículo 125 de la Constitución de la república: 

“Ningún individuo podrá desempeñar a la vez dos cargos federales de elección popular, ni uno de la Federación y otro de un estado que sea también de elección; pero el nombrado puede elegir entre ambos el que quiera desempeñar”. 

En un acto de abuso de poder, actitud convenenciera, y a cambio de unas curules, MORENA le permitió a Velasco violentar la Constitución, mostrando el nulo respeto al Estado de derecho, escenificando un burdo pragmatismo digno de los peores tiempos del porfiriato y el priísmo. En realidad la violaron en contra de la república y particularmente del pacto federal, al que pertenece Chiapas por voluntad popular.

Hoy Velasco, en términos reales, tiene dos cargos: gobernador de Chiapas y senador también por Chiapas. Puesto a escoger por uno u otro –en exclusión de uno u otro–, el político verde, que ha pasado por todos los partidos, escogió tener los dos puestos públicos con el lema de “espérenme tantito, termino allá y regreso aquí”.

Dice un dicho inglés que si los axiomas de las matemáticas chocaran con los intereses de los hombres, no faltaría quién los refutase; en este caso Martí Batres y Ricardo Monreal, con las mañas que aprendieron en sus partidos de origen, no batallaron para sostener un criterio constitucional y a los pocos segundos votar en definitiva por la transgresión al código fundamental.

No faltarán los sofistas y los fanáticos morenos que nos vengan con el cuento de que los cargos no se ocupan a la vez, olvidando gramática y sobre todo la cantinela con la que se comprometieron en campaña, insistiendo en que nadie estaría por encima de la ley. Lo contrario es cierto y este grotesco utilitarismo significa que el poder, sin principios, bien vale cinco diputados y un gobernador ubicuo que lo mismo está en el PAN, en el PRI, en MORENA, en el Palacio de Gobierno en Tuxtla Gutiérrez y en la torre senatorial.

Maquiavelo afirmó que los hombres prudentes saben convertir en mérito propio sus acciones, aún las que por necesidad ejecutan. Al morenismo eso le importa un bledo. Así estuvo este mamarracho.