Lo pequeño es hermoso, dijo un pensador contemporáneo, Leopold Kohr, un personaje que puedo tildar de semiolvidado. Como toda buena frase, hace gala de precisión y lleva, implícita y explícitamente, una recomendación: bajar al microcosmos para de ahí entender el macrocosmos. En realidad, no afirma que lo pequeño sea hermoso en estricto sentido, aunque de hecho también pueda serlo.

La frase viene a cuento ya que en los próximos años tendremos la gran oportunidad de ver, desde lo pequeño, el comportamiento de lo esencial del nuevo partido MORENA que se elevó a las alturas. No se tratará tanto de voltear hacia el Palacio Nacional, que todos lo verán, cuanto de ver el comportamiento completo de alcaldes, funcionarios municipales, síndicos, diputados locales, federales y senadores. Ver de abajo para arriba –y lo advierto desde ahora– nos vamos a topar con buenos desempeños en la cosa pública, pero también deplorables, como algunos de los que ya ocupan la logósfera.

Hay que dar tiempo al tiempo y esperar que los hechos hablen para evitar la ligereza del comentario efímero. No vaya a ser, sobre todo en la vida municipal, que se reproduzcan las escenas que nos dejó José Rubén Romero (el escritor costumbrista michoacano de la primera parte del siglo XX, nacido en Cotija de la Paz) en una de sus novelas (de las poco conocidas porque ganó fama, a mi juicio, únicamente La vida inútil de Pito Pérez, tan exitosa que fue llevada al cine):Apuntes de un lugareño.

Lo quiero decir explícitamente: en un pueblo al que entraban y salían los ejércitos triunfadores del momento, durante la Revolución mexicana, pronto advirtieron los parroquianos que en el balcón del edificio de la presidencia municipal estaban, en lo alto por supuesto, los mismos de siempre: los lerdistas, los porfiristas, los dueños de los pueblos como se dice coloquialmente.

Por eso, ver desde lo pequeño resulta hermoso, porque genera conocimiento y permite apuntar bien las flechas de la crítica, en mi caso los facebookazos. Seguro estoy que veremos alcaldes, charola en ristre, dando la nota.