Por fin, el Congreso del Estado dio señales de vida en la doble victimización que la Fiscalía General del Estado hizo de los homicidios de dos jóvenes militantes del Partido Acción Nacional, Martín Alonso Colmenero Ledezma y Francisco Javier Aguilar Siller. A casi un mes, hay un tibio pronunciamiento para emitir un extrañamiento (¿pero de qué se extrañan?), no contra el fiscal general, Jorge González Nicolás (las pedradas del Congreso no llegan tan alto), sino a Sergio Almaraz, fiscal de la zona centro y emisor comisionado para declarar en torno a móviles del doble homicidio de manera precipitada y dolosa. Almaraz fue un instrumento y continúa siéndolo, para desfogar tensiones por el sentir de una opinión pública que desaprobó de manera instantánea el proceder de la Fiscalía.
El modus operandi del Congreso es nombrar de manera natural a Hortensia Aragón para que, a nombre de la Junta de Coordinación Parlamentaria, se haga el extrañamiento y, aparezca crítica sobre los móviles que Almaraz señaló para el par de homicidios. En otras palabras, que el pronunciamiento sea atronador, pero que no lo diga quien debe decirlo para que no se vean fisuras en la mafia gobernante. O sea que Hortensia, aún cuando tiene razones en sus palabras, no deja de mostrar su calidad de servidora del duartismo. Así sucede cuando se es pieza de utilería.
¡Espérame en Siberia, vida mía!
No se trata de recordar el célebre libro del humorista español Jardiel Poncela, al que por cierto el franquismo le quitó el filo. Se trata de un balneario propiedad de Leonel de la Rosa, ubicado en la carretera a Aldama, que se ha convertido en un sitio innombrable para velar impunidades. El hecho de referencia es un deceso que se produjo en ese balneario pero que nos ilustra bastante sobre el carácter de intocables que les ha otorgado el duartismo a mediocres figuras del cenecismo priísta, a los que, al parecer, no se les puede tocar de ninguna manera. Si el hecho hubiera acontecido en alguna alberca propiedad, de un panista por ejemplo, la nota hubiera ocupado la principal durante varios días de los periódicos a sueldo del gobierno. Por lo pronto Leonel y su hijo Rodrigo, parecen decirle a los directores: espérenme en Siberia.
Para ellos: abren posibilidades
En el restaurante de la tiranía –Ocampo, esquina con Aldama, de la ciudad de Chihuahua– se creó una nueva organización que se llama Abriendo Posibilidades. Reúne a empresarios, otros que no lo son y otros más que aspiran a serlo. Tienen mentalidad de herramienta, así se conciben a sí mismos, y van a apoyar las políticas públicas y lo declaran al más puro estilito del viejo PRI: “Paaaa-ra apo-yaaaaar las po-lííííí-ti-cas púúúúú-bli-cas imple-men-taaaaa-das por el pre-si-deeeeen-te de la re-púúúúú-bli-ca y el go-ber-na-doooor del es-taaaaa-do y… ca-da u-no de los al-caaaaal-des… lo-graaaaan-do en pa-ra-le-lo u-na óóóóp-ti-ma co-mu-ni-ca-ción en-tre las insti-tu-cio-nes del sec-tor pri-vaaaa-do”. Como este asunto no merece mayor comentario, sólo me resta decir lo que dicen algunos jóvenes juarenses: “No, pos guau”.