Cuando se haga la historia de la caída de César Duarte, la misma tendrá que ver más con su lengua que con su cabeza: es adicto a la mitomanía y su principal dificultad es la falta de memoria para mentir. Adolece de aquel vicio de mentir repudiable por la única razón que se ha exaltado por no pocos pensadores: mentir innecesariamente. Pero a cada quien su gusto lo engorda o lo adelgaza. Quiere, de todas maneras, resarcir sus yerros repartiendo bienes públicos, también en franca contradicción a la grotesca austeridad decretada y el golpeteo permanente a que sometió a los modestos integrantes de la burocracia.
Así las cosas, hoy prepara un aumento general del 5% retroactivo a enero para todos ellos. Bien por el bolsillo de los empleados públicos modestos y una recomendación: cuando el pueblo empieza a levantarse genera satisfactores de este tipo. Cree que así resarcirá sus bonos, pero ya nada detiene su vertiginosa pérdida de confianza y, por ende, caída.
Fue muy infantil su respuesta, como cuando un niño es atrapado en una travesura. Yo ni me fije que fue lo que firme. Mi patrimonio no lo declara por no ofender a los que nada tienen.????
El góber mediocre Duarte Jáquez sigue la táctica Pinochet, tan respetado aquí en Chiwas por los panistas y no pocos priistas, mi Jaime:
«No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto y, si fue cierto, no me acuerdo.»
La insistencia de gobernar con ideas cadúcas ya degeneradas..la humanidad vive otro ciclo…