multa-vial1-19ago2014

Para quienes han considerado que César Duarte convocó a las “fuerzas vivas” (las cautivas) para anunciar la “renovación” de su administración como un acto desesperado de recuperar lo perdido (lo político, porque lo económico ya lo tiene), ahí les va otro asunto que también podría quedar detrás de esa cortina de humo en la que todo es color de rosa: al interior del gobierno estatal y en la Dirección de Vialidad algunos ya están sobándose las manos para recibir el dinero que cobrarán a través de un nuevo mecanismo que posiblemente harán llamar “foto infracción” y se colocaría, principalmente, en vías rápidas como el Periférico de la Juventud. La persecución que tradicionalmente han realizado los agentes de Tránsito sobre los conductores no sólo es lo reprobable en esta “nueva estrategia” de recaudar fondos –dado que su labor debiera ser más bien preventiva–, sino que Duarte podría contratar los “servicios” de un particular que no cuenta con capital, y mucho menos experiencia profesional, que respalde la supuesta adjudicación de nuevo mecanismo. Y no puede ser de otra manera, pues se trata de esos seres a los que la vox populi nombra como “hombre de paja”.

Es decir, además de imponer un instrumento persecutorio y recaudatorio, le estaría entregando el contrato a alguien que no tiene recursos y a quien el mismo gobierno le dará dinero para que compre equipo, software, cámaras, radares y todos los materiales requeridos para llevar a cabo la faena. El negocio reside en que, de acuerdo al plan, dicho particular (por ahora se desconoce quién) recibirá 200 pesos por cada infracción supuestamente cometida por los automovilistas, aún cuando éstos no paguen sus correspondientes multas en Recaudación de Rentas. Los financieros del duartismo estiman que para que el negocio rinda frutos, se deberán realizar, obligadamente, 20 mil infracciones adicionales a las 50 mil que mensualmente se traza como meta Vialidad. Decidir colocar los radares en vías como el Periférico de la Juventud habla ya del gran propósito: la rapidez con que se circula en esos tramos, los límites de velocidad que se contraponen a las características de una circulación libre y dinámica, pero sobre todo el enorme tráfico que se registra casi a todas horas, harán de la “foto infracción” un negocio redondo y lucrativo, blindado por la concesión de una función estatal a particulares, en un contrato altamente lesivo a las finanzas públicas y que golpearía los bolsillos de los ya muy acosados conductores.

En pocas palabras, Duarte está pariendo otro pequeño monstruito, hijo de la corrupción, al tiempo que de dientes para afuera dice que gobernará, ahora sí (¿?), con transparencia, legalidad y con apertura en compras y licitaciones de obras.

Si todo sale bien (¡que el cielo bendiga a Chihuahua!) esta nueva modalidad de quitarle dinero a la gente para luego usarlo en su contra y todavía recibir ganancias por ello, podría estar operando en las semanas subsecuentes. El endeudamiento del estado podrá estar a todo lo que da, pero siempre en este sexenio los que han estado del lado del duartismo, los de más arriba, claro, no volverán a perder. Y es así, además, porque en Vialidad está un engreído gordillista, Ricardo Yañez Herrera . Por el contrario, les esperan jugosos ingresos. Quizá por eso en los comerciales de anticipadísima campaña de la “Marca PRI” se diga que juntos todos ganan.

La apariencia de legalidad que se le pueda dar a la “foto infracción” quizá requiera una reforma a la ley, en atención a esto avisamos a nuestros lectores que estén pendientes de la iniciativa, pretender esto con una simple modificación reglamentaria sería el colmo de los colmos, y si bien el Congreso sirve de poco o nada, mínimo nos enteramos previamente de lo que trae entre manos el grupo compacto del cacique.

Por lo pronto, habrá que abrocharse algo más que el cinturón.

 

Así habla (piensa) el director de Medicina de la UACH

dr-benavides-20ago2014

No voy a reseñar estupendos discursos rectorales que registra la historia de la cultura para dar cuenta de cómo las universidades inauguraban anualmente sus actividades. Hay notables ejemplos de fuera y dentro del país y esos memorables textos dan cuenta de la proyección histórica de las altas casas de estudio en el plano de la cultura y el porvenir de la humanidad, y quienes los pronunciaron se encuentran en el gran arcoiris de las ideas filosóficas o políticas, pero todos los que recuerdo, con notas de excelencia. No es el caso de la recepción que hizo el médico Jesús Benavides Olivera a los alumnos que recién ingresaron a un semestre selectivo, antesala para ingresar material y formalmente a la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Chihuahua.

Les espetó, según testigo presencial (si no lo entrecomillo es para no cometer la desmesura de poner en sus labios lo que quizás no dijo de manera textual): quien quiera andar todo pinturrajeado (sic) como payasos: ahí está la escuela de teatro; quien quiera andar con el pelo de colores: ahí está Bellas Artes; si quieren andar con tenis y pantalonera: váyanse a Educación Física; y si creen que Medicina está fácil: váyanse a Contabilidad.

Agregó que los lugares en la escuela son pocos, de tal manera que los que están sujetos a selección deben ver a sus compañeros como sus peores enemigos. Les señaló, con los índices de ambas manos, dónde empieza y dónde termina la cara, para que no vayan a traer las orejas como traileras. Hay que verse como médico, sin piercings, que contaminan al cuerpo; sin shorts ni minifaldas. Las camisetas ordinarias quedan fuera y los alumnos con pelo bien cortado y camisetas tipo polo.

¿Es este el lenguaje, y desde luego las intenciones que alberga, que utiliza la UACH a las puertas de su jubileo a celebrarse el 8 de diciembre de este año? Qué lamentable que así sea.

Quien me dio testimonio de tan miserable mensaje, es varón de toda mi confianza, y persona que tiene amor por la verdad. Por eso, doy cabida a su noticia.