Columna

Marco Bonilla, cliente frecuente de encuestadoras

Una de las formas más socorridas de un gobernante para legitimarse es inventar encuestas en las que siempre sale excelentemente calificado. Ya se ha convertido esto en una rutina nacional, y aquí en Chihuahua hoy circula profusamente que el alcalde Marco Bonilla está ubicado por undécima ocasión dentro los más calificados por su desempeño.

La empresa encuestadora Rubrum, de la Ciudad de México, vive de vender resultados a modo para generarle confianza a sus contratantes, que son los que pagan con cargo al erario.

He escuchado frecuentemente que por lo general no hay quién responda de manera positiva a la pregunta de si ha sido consultado por una encuestadora. Es raro encontrar a alguien que dé testimonio de tan sofisticado método. Lo más probable es que se trata de una simulación más con la que la imagen del político se exalte, aunque la realidad diga todo lo contrario.

El municipio de Chihuahua que gobierna el panista Marco Bonilla es inseguro, violento, con muchísimas carencias en el equipamiento urbano y deficiencias en los servicios de recolección de basura y residuos, por ejemplo. Además, las principales calles adolecen de baches, de falta de señalización y pavimentos de mala calidad.

No es un municipio que esté a la altura de sus contribuyentes, que dicho sea de paso son muy cumplidos en el pago del impuesto predial y otras cargas públicas.

La obra pública de significación realmente se diseña, vende y ejecuta desde empresas particulares, como Cementos de Chihuahua, que año con año se lleva una buena parte del presupuesto.

Con estos indicadores uno podría suponer que, de haber encuestas serias, los resultados serían diferentes. Y no es así porque realmente es un servicio de imagen que los mismos políticos adquieren para posicionarse y comprar futuro en las cercanías de las elecciones.

Por lo que se ve, Marco Bonilla se ha ganado la calidad de cliente frecuente de las empresas encuestadoras.