El gober morenista de Veracruz es un troglodita
Cuitláhuac García, gobernador morenista de Veracruz, parece estar a favor de la desaparición de todo poder judicial posible en México. Después de López Obrador, es el máximo exponente del desprecio por el Estado de derecho, o al menos de la sensatez y autocrítica que se necesita para evaluar todo el sistema judicial mexicano y, lo que frecuentemente se olvida, el papel de las procuradurías o fiscalías generales de justicia.
Es el gobernador que acudió con féretros a la sede de la Suprema Corte en la Ciudad de México, que cuestiona a la presidenta como jefa de una mafia que domina todos los hilos del Poder Judicial de la Federación, y además los responsabiliza de la liberación de reos de alta peligrosidad, con la imputación de que recurren a esas prácticas de manera deliberada.
Afirma todo eso y se niega, afirma a “dialogar con narcomantas”. La realidad es que está cerrado a todo diálogo por su fanatismo y dogmatismo.
Resulta extraño que cuando esa clase de políticos y muchos otros sólo ven una cara de la moneda en el Poder Judicial, pero no voltean a ver las muchas deficiencias de las fiscalías que no hacen su trabajo, o no quieren hacerlo, y dejan a los juzgadores en un callejón sin salida, que necesariamente se traduce en sentencias absolutarias, dicho sea esto con reconocimiento de que hay muchos jueces adictos a la corrupción.
Eso de entrada, pero todavía más grave es que nada más se asomen al sistema de justicia con la bandera del castigo desplegada a ultranza, aunque el castigo no sirva absolutamente para nada.