Columna

En el Caballo de Troya de Maru van incrementos, más impuestos…

El gobierno de Maru Campos se sustenta en el cosmético político. Los grandes temas de fondo se ocultan miserablemente. Veamos lo superficial: el tema de La golondrina y su príncipe operó como un gran distractor; dice la gobernadora que ya tendremos súper policías para operar con la metodología SWAT; se paraliza el centro de la ciudad de Chihuahua para el encendido del árbol navideño; se montan instalaciones para la pista de hielo, y la navidad le cae como anillo al dedo para ganar tiempo y que lo esencial se postergue para presentarlo luego como hecho consumado, cuando la población abierta beba ponches calentitos.

Si escudriñamos en el Caballo de Troya de Maru, veremos algunos de estos temas: al Congreso local llegaron las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del Estado para el año 2023 con cargas fiscales para la población y un entreguismo superlativo a los siempre beneficiarios de la crisis, que son los banqueros. La pesada carga tributaria, por ejemplo, se emblematiza con los altos intereses que se estarán pagando, la revalidación vehicular, la elevación de los costos de los servicios que debiera prestar gratuitamente el estado, el subsidio exorbitante a la prensa vendida, y otros aspectos más sofisticados que habría que desentrañar si hubiese una comunicación real de las tareas administrativas del gobierno.

Con el señuelo de que habrá un mejor transporte colectivo, incluidas unidades nuevas, las tarifas se elevarán sin que haya una solución de fondo a la movilidad urbana, que implica dejar fuera a las corporaciones sindicales que se han hinchado de dinero a costillas del pueblo, con la complicidad de los gobernantes del PRI y del PAN. Es una historia muy sabida, pero ahora el atraco será al calor de las posadas, para evitar toda resistencia o manifestación.

La Plataforma Centinela y la torre que ya empezaron a desarrollar en Ciudad Juárez es un costoso cosmético más, es innegable, aunque no se resista debidamente. Con esa expectativa de seguridad, de todas maneras el estado de Chihuahua está manchado de sangre con ejecuciones por doquier, mientras “El Chueco” le sigue pelando los dientes al fiscal Roberto Fierro. Y si eso sucede estando en medio la poderosa Compañía de Jesús, qué nos espera a todos los demás. Y a la sombra, también, se ventila el asunto de la futura libertad de César Duarte.

Y así podríamos enumerar muchos temas más. Pero lo que más se deplora es la ausencia de la ciudadanía, debidamente adormecida por una prensa vendida que aplaude todas y cada una de las políticas del gobierno maruquista, a grado tal que los “editorialistas” de lujo son los mismos políticos que firman cotidianamente los artículos que les confeccionan sus escribidores.

Por encima de todo esto, quienes más brillan, pero por su ausencia, son los diputados morenistas en el Congreso local, que ni discuten ni se oponen al autoritario gobierno que padecemos. De ellos tenemos noticia únicamente cuando viene Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el inefable Adán Augusto López. Bueno, hasta a Rafael Espino van y le aplauden.

Se supone que los diputados de oposición debieran estar en primera línea, de acuerdo a las más brillantes tesis del parlamentarismo progresista. Pero aquí no sucede eso.

El único camino es organizar la resistencia ciudadana, ahora que los golpes al bolsillo estarán a la orden del día.