Riñen partidos por migajas en el Congreso
En estos momentos cruje Chihuahua y “nuestros” diputados disputan una miserable presidencia en la mesa directiva del Congreso del Estado para el periodo que se avecina.
Sobre el cargo zopilotean, charola en ristre, los coordinadores parlamentarios de varios partidos. Es el espectáculo deplorable que muestra en tiempos de crisis al vientre legislativo, recordando con esta frase al gran pintor de caracteres que fue Daumier.
Las leyes, hoy por hoy, propician la alternancia. La mayoría del cogobierno maruquista –PAN, PRI, y sus socios menores– está indispuesta y tiene, a final de cuentas, la sartén por el mango, porque puede decretar, llegado el caso, una reforma a su propia ley orgánica que entraría en vigor ipso facto, incluso sin necesidad de publicarse. Por algo se dice soberano el Congreso, así sólo sea para marrullerías, como la que está en presencia en este escenario vergonzoso.
Es la historia de siempre. Nada cambia en la clase política corrompida. Hoy Chihuahua es del PAN-PRI, y seguramente eso tendrá consecuencias a la hora de integrar la mesa en disputa. Además, están pensando en la imagen de la gobernadora, y a ella le resulta adefésico un diputado de MORENA a su lado. Ella es fashion.
La mayoría hegemónica entre los 33 diputados hace imbatible el número. Por eso Georgina Zapata –china poblana, a saber– se presentó a cobrar la factura que le puede permitir apoltronarse en esa que, para ella, de manera natural, es una silla de montar con el título de “presidenta”.
Dice la hija de Doroteo que es la hora de las mujeres, que del género y su perspectiva, pero en realidad sólo tiene ojos y espuelas para escalar en la clase política. Ha vivido de jaripeos.
MORENA dice que le toca, por ley, y postuló a Benjamín Carrera, pero no es del gusto del líder de la bancada panista, Mario Vázquez; ya saben cómo es él. El líder morenista del rebaño, Cuauhtémoc Estrada, está más inerte que una momia de Guanajuato, y no logrará sus empeños de colocar a su diputado de peso en la izquierda Cuatroté.
En fin, se trata de una disputa improductiva, porque los intereses de la sociedad no están ahí. Sea cual sea el resultado, todo continuará igual. MORENA debería entender que ese cargo no le sirve, que es protocolario, y dedicarse a mejores causas para que algo se les vea, ya que han sido estériles como oposición.