Columna

Se entrega Secretaría de Turismo a los empresarios

Como era previsible, se entregó el negocio del turismo al sector empresarial. La gris administración pública de María Eugenia Campos Galván se complementa ahora con Edibray Gómez, quien va a capitanear la recientemente creada Secretaría de Turismo.

No cabe duda que el gobierno actual se ha integrado con el sistema de repartir los despojos, satisfacer los compromisos elitistas de campaña, consolidar al círculo de la administración municipal que la ha acompañado, y el desprecio por la evaluación de la capacidad profesional.

La canción de que Chihuahua es toda una “ventana de oportunidad” en materia turística, la venimos escuchando desde hace cincuenta años, o más, y no se ve un progreso tangible porque, además, no hay una visión real de lo que es el turismo. Se le ha apostado a un aeropuerto en Creel sin que haya la infraestructura adecuada, y sobre todo, que la región sea pacífica, pues en todo el municipio de Bocoyna y gran parte de la zona aledaña, es libre para el crimen organizado que violenta, mata e incendia los bosques.

No nos han dicho, además, cómo se integrarán los pueblos originarios a la eventual bonanza turística. En realidad, en la concepción de élite que hay en el gobierno, quedarían reducidos a mexican curious.

Por último, en un gobierno de mentiras y simulaciones, se ha sumado la falacia superlativa de que la creación de la nueva secretaría no causará gasto alguno (¡recáspita!), de donde se desprende que el emprendedurismo y filantropía empresarial finalmente han servido de algo.

Edibray Gómez, ¿franciscano?