Columna

La nómina secreta: una caja negra de Maru

La nómina secreta que involucra a Maru Campos con la corrupción de César Duarte, la gobernadora quiere convertirla en la caja negra del sexenio bajo el lema “nadie supo, nadie sabe”. Ayer se mostró ante la sociedad chihuahuense que los panistas y sus cómplices en el Congreso del Estado no desean, en lo más mínimo, dar a conocer y transparentar tan importante expediente. Va a crecer, con los días, el reclamo de que se le dé la máxima publicidad, es una necesidad fuertemente sentida.

El diputado morenista Óscar Castrejón presentó un punto de acuerdo para exhortar a la fiscalía –léase la gobernadora– y se topó con pared. Hubo votos, abstenciones y ausencias que hablan claro de lo indispuestos que están, en especial los panistas, de que se sepa el teje y maneje de la corrupción durante la tiranía duartista, y sobre todo las andanzas de la clase panista que hoy se ostenta en el poder y del cual fueron sustento.

Se abrió una tenue polémica sobre estas iniciativas de punto de acuerdo. Es cierto que aquí son simples llamadas a misa, pero más cuando el Congreso, y en este caso la fracción a la que pertenence el impulsor, no encuentra en su propio partido un punto de apoyo para hacer política allende las curules.

Ahora, con la encerrona que tendrá Maru y sus pupilos en el rancho La Estancia, se ve claro que les gusta el estilo logia de tratar en secrecía los asuntos públicos.

En realidad, el camino es que un buen día de estos tomemos físicamente la Fiscalía y obliguemos a la entrega de dicho expediente conocido como “nómina secreta”. Queremos saber de qué color es el verde.