Columna

Iniciativa para el Ejecutivo de Maru: la cáscara y la nuez

Como se ha dicho públicamente, hay una iniciativa en el Congreso para votar al vapor una Ley Orgánica del Poder Ejecutivo. La iniciativa exhibe, a un tiempo, la antidemocracia de la gobernadora electa, por una parte, porque diseña su poder a placer y a escondidas de la sociedad, sin referirse para nada al derecho de los particulares para acrecentar sus derechos de resistencia frente a la discrecionalidad y el autoritarismo.

Será una ley con beneficiarios cantados: las familias Vallina y Creel, que verán privilegiados sus negocios vitivinícolas con promoción gubernamental porque habrá una ruta del vino, donde irán a las catas quienes tienen para gozar de estas dichas.

Pero hay un asunto de la mayor importancia. Los municipios pasarán a ser –esa es la intención– intendencias de la gobernadora, al fin que muchos alcaldes son plumas del mismo zopilote.

Desaparecerá la Secretaría municipalista y en su lugar se creará otra en la coordinación directa del gabinete y en la cercanía del Ejecutivo para su dominación.

Aquello que dice el Artículo 115 constitucional, que no habrá órganos intermedios que vulneren la autonomía municipal, pasará a ser cosa de risa. Se gobernará Chihuahua bajo el mismo esquema que lo hicieron, por hablar de los últimos tres gobernadores, José Reyes Baeza, el padrino sexenal César Duarte y el detestado Javier Corral.

Aquí sí que habrá odres nuevos pero con vinos viejos, que no es lo mismo que añejados.