
Fernando Benítez: mentada al poder con muy buen sabor
Esta semana que la Constitución de 1917 cumple 99 años, es fecha más que propicia para recordar un feliz incidente entre un director de un periódico y un hombre del poder priísta. El primero, Fernando Benítez; el segundo, Ernesto P. Uruchurtu, el omnipotente Regente de la Ciudad de México durante 14 años y defenestrado en 1966 por Gustavo Díaz Ordaz. Fernando Benítez fue un distinguido intelectual y escritor del siglo XX mexicano y a él se deben obras como El rey viejo, Los indios de México, La ruta de Hernán Cortés, Viaje a la Tarahumara, entre otras notables contribuciones. En el ámbito del periodismo se le reconoce por haberlo ligado a la cultura y por los suplementos notables que impulsó.
En alguna ocasión, siendo director del periódico El Nacional (de hecho propiedad del gobierno y al servicio del PRI, sobre todo en su última etapa), entró en conflicto con el poder y particularmente con la omnipotencia del PRI, concretamente con el famoso Regente de origen sonorense. Sucedió que Benítez despidió al reportero que cubría la fuente del PRI por no tenerle confianza e intercede Uruchurtu para que se le reinstale, aparentemente pidiéndolo de inicio como un favor o ruego, para de ahí pasar a lo que él pensó era una orden inexcusable para el director del medio. Fernando Benítez, colocado ya en ese extremo, y seguramente sabedor de que su cabeza ya iba a caer, no dudó en mentarle la madre al Regente. Véalo usted en el segmento de este video correspondiente a la serie Letras de la diplomacia que divulga Canal Once. No se lo pierda, le va a agradar y además le dejará una moraleja: de esos directores casi, casi, casi, no hay ninguno en el estado de Chihuahua en este momento. ¡Corre videoooo!

