Hoy por la noche sesionará el Consejo del Instituto Estatal Electoral para dar a conocer el dictamen en torno a las candidaturas independientes, entre ellas, la que busco como aspirante a competir por el cargo de gobernador del estado para el sexenio 2021-2027.

Es un momento importante por la votación que marcará la apertura o cerrazón a nuevas formas de participación ciudadana, que encuentra ahora obstáculos en una partidocracia que, como he dicho en varias oportunidades, ya dio de sí, y cuya dimensión empieza a lastrar el desarrollo democrático, indispensable para construir consensos representativos y duraderos, reconociendo la pluralidad que somos y cerrándole el paso a las pretensiones de construir una hegemonía que lesionaría al país gravemente. 

Esto le hace mucha falta al país y al estado: un proceso electoral participativo para cohesionarse en esta difícil encrucijada. 

Estoy pugnando por el reconocimiento de la candidatura. Habrá que romper acartonadas visiones del derecho político, en especial el electoral, que marcan la pauta para el acceso al poder que concebimos ciudadano y democrático. 

Derecho y justicia deben ir de la mano en esta hora de crisis, de pandemia, de fuerza mayor, que no encontrará curso adecuado si sólo se favorece la interpretación que conduce a la inequidad, misma que separa a los partidos de los ciudadanos, cancelando opciones como la asumida a lo largo de los últimos meses por el equipo que fue la plataforma para desplegarse al encuentro de la gente en grandes regiones de nuestra entidad. 

Tengo derecho a ser votado el primer domingo de junio, a estar en la papeleta electoral y a movilizar el apoyo del pueblo, haciendo a un lado el privilegio de los partidos que cuentan de hecho con un monopolio y recursos públicos inadmisible, excluyente de la participación que no pasa por su mediación y tamizaje. 

Es la hora de encontrar la interpretación jurídica avanzada para un tiempo extraordinario y de emergencia como el que vivimos. 

Espero el fallo del Instituto Estatal Electoral y, llegado el caso, no dudaré en realizar todas las acciones que la ley me garantiza para llegar hasta el final. Hay proyecto, experiencia y condiciones. 

Esperamos una decisión a la altura de una institución creada para favorecer la participación del cuerpo ciudadano, no para limitar su despliegue fecundo. 

No nos pueden ignorar, y deben tener en cuenta que las ciudadanas y ciudadanos existimos.