castrejon-empujones14jul2014

El pasado sábado 12 de julio, David Óscar Castrejón Rivas, convocó al gremio en su calidad de presidente del Consejo Estatal de Colegios de Abogados, a fin de entregarle a César Duarte formal petición para que reciba a la organización en audiencia y tratar el tema de la impunidad existente en los asesinatos de más de 50 abogados en el estado de Chihuahua. Denunció también que la impunidad decrece en la medida de que haya un descenso en la delincuencia por la existencia de una justicia real, no la ausente que tenemos en Chihuahua, como se demuestra con la cargada lista de abogados ejecutados. Tiene pertinencia su señalamiento de que no es con el aumento de penas como se logra abatir la impunidad.

Subrayó el abogado que hace ya más de un año, y recurriendo a diversas formas de demostrar la inconformidad, el Ejecutivo estatal ha negado sistemáticamente una audiencia, recalcando que Duarte Jáquez practica una discriminación permanente contra el gremio de los abogados, pues el trato es muy diferente hacia otras agrupaciones y colegios, como es del dominio público. Todo esto se contiene en un escrito que Castrejón Rivas y las personas que lo acompañaron pretendieron entregar al propio funcionario estatal o en alguna de sus oficinas de palacio. Fue imposible porque no había personal, empezando por el propio gobernante ausente; pero eso no es lo más grave. Lo grave es que la policía que guarece la puerta cerrada del palacio, intentó impedir, por enésima ocasión, el acceso al edificio, empujando y tirando al suelo al propio abogado reclamante, lo que la prensa silenció. La obstrucción policiaca a la postre se venció y se logró acceder entre empellones a las oficinas, quedando el sinsabor de la obcecada actitud de Duarte de mantener el palacio de gobierno en calidad de coto para sus críticos o las personas por las que tiene desafecto.

Bien por la acción de protesta y reclamo. Bien por romper la barrera policiaca. Bien por llegar hasta la oficina de la Secretaría General y entregar el documento. Pero qué mal se ve el gremio de los abogados al no levantar la voz. Hay abstinencias que huelen a complicidad, y esta es una de ellas, porque frente a hechos como el crimen de los abogados se impone la solidaridad, independientemente de las razones y circunstancias en las que esos abogados han sido arteramente ejecutados. Las sociedades democráticas del mundo cuentan en su favor con vigorosos colegios de profesionales, siempre activos, siempre presentes, no nada más por el interés gremial sino por el de la sociedad. Vaya desde aquí una crítica a los abogados que con sus ausencias magnifican la injusticia, la imposición en el Poder Judicial y todo lo que usted quiera, porque los que tienen voz simplemente están en el silencio.

Hace unos cuantos días los médicos de la localidad, en una acción de dimensión nacional, convocaron a una manifestación a las 7 de la mañana. Chihuahua fue testigo de que asistieron miles de ellos. ¿Los abogados son de otra pasta? Bien decía Óscar Wilde, al que parafraseo, que la justicia es buena pero hay que sacrificar por ella sábados y domingos.