Se discute si el cuento de Alí Baba, integrado al libro de “Las mil y una noches”, es o no auténtico. Recuerden que al personaje se le asocia su gran capacidad de convocatoria de ladrones. Cosa de investigarlo. 

Lo que está fuera de duda y en esto no hay nada apócrifo, es la destreza de Cruz Pérez Cuellar para reunir especímenes similares a los que visitaban la legendaria cueva de la leyenda. 

Cruz y Alí Baba, de alguna manera tienen vidas parecidas. Ambos empezaron bien, por la senda de la honradez y la humildad. Pero pasó el tiempo…

Cruz Pérez Cuellar no llegará a su meta preciada. Hay un expediente penal en su contra al que inexplicablemente no se le dio trámite; quizá Corral no quiso perjudicarlo por sus deberes religiosos hacia el compadre, pero el 2021 será otro tiempo y la historia se va a ir deshilvanando poco a poco. 

No es de lamentar que MORENA se involucre en esto, es lo natural, eso está en su esencia. 

Pérez Cuellar es un hombre con una historia de traiciones notables. Su expediente, cuando sea necesario, lo iremos haciendo público. Chihuahua no está para una afrenta como la que vino a recomendar, en un afán de futurismo presidencial, el zacatecano Ricardo Monreal, que también tiene su historia.

Al que esto escribe no le causa extrañeza los congregados en el onomástico. Como dice el refrán, “Dios los hace y ellos se juntan”.