Columna

Salvador Cienfuegos pide alfombra roja para sus cuarteles

Llaman la atención las declaraciones del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional de Enrique Peña Nieto, en torno al cuartel duartista que se instaló en el municipio de Guachochi. Esta instalación, como es sabido, se presumió durante el cacicazgo como un avance en favor de la seguridad que existió más en el discurso que la realidad, como se ha tenido la desgracia de verificar en las últimas semanas. Pero resultan deplorables, por decir lo mínimo, las palabras del general cuando afirma que los soldados regresarán a Guachochi sólo si les garantizan condiciones de dignidad.

Entiendo que el militar está versado en su trabajo y que por tanto comprende que esas condiciones se las debe prestar a sí mismo la fuerza castrense que representa, porque de lo contrario estaríamos tentados a pensar que no nos estaría hablando de un cuartel si no de un hotel mínimo de tres estrellas y con alfombra roja hasta sus instalaciones. Estamos en presencia de un grotesco dislate, que sumado al ejercicio extraconstitucional de facultades que emprende el Ejército cuando invade las tareas de policía y el ordinario maltrato que sufre la población cuando se presenta la tropa, ya supera a un simple exceso verbal para tornarse en un inocultable daño a la comunidad.

Tengo para mí que si la presencia del Ejército fuese necesaria, en el ámbito constitucional que le toca, lo correcto es que esa fuerza invierta y construya su propio cuartel, y de paso satisfaga la dignidad que reclama. De lo contrario, tendríamos que concluir que le está exigiendo al estado de Chihuahua que invierta en algo que no tiene por qué aventurar recursos de su propio erario. No está de más decir que la presencia del Ejército es cuestionada en estas apartadas regiones de la entidad, porque en realidad no contribuye a combatir la criminalidad ancestral que se da en los municipios de Guachochi o Guadalupe y Calvo, entre otros.

Finalmente comento el exhorto que planteó la diputada Adriana Fuentes Téllez en el Congreso del Estado, donde se confunde el concepto de Policía Militar. La precisión es que no es lo mismo Policía Militar que militares en funciones de policía, que la Constitución le veda.

A Cienfuegos una recomendación breve: ¿quiere cuartel?, que le cueste. Y si de pasada hay dignidad dentro de él, qué mejor. Como que a veces pido peras al olmo.