Enrutados a la conclusión de las elecciones, de manera natural muchas voces se dirigen hoy a José Luis Barraza requiriéndole su retirada, honrosa políticamente. La última y muy calificada en el tema de candidaturas independientes fue la de Jorge Castañeda, hombre de vasta trayectoria y de respetabilidad como politólogo, escritor, funcionario público, y hoy uno de los liderazgos más fuertes en contra de la partidocracia y las posibilidades de remontarla con una candidatura única a la Presidencia de la República en el 2018. Sus planteamientos recogidos en su breve libro Sólo así resultan en extremo polémicos porque más allá de puntos de agenda, críticas certeras, el cómo concretar ese proyecto es una dificultad enorme; pero de que sabe de lo que habla nadie se lo puede regatear.

En su reciente visita a Chihuahua planteó con todas sus letras engrosar las filas de la campaña de Javier Corral, con una visión política, pragmática ciertamente, pero no por ello carente de argumentos. En breve se sabrá más de esto, pero la perspectiva más factible es la de que José Luis Barraza continúe en su empeño, porque obedece a un proyecto estratégico empresarial de más hondura que no se puede dar el lujo, por lo que se ve, de modular cediendo ante el PAN cuando el demonio que han inventado es el conjunto infernal de los partidos donde éste tiene reservado y ocupado un importante lugar, no obstante que se baña con agua bendita.

Si así fuera, no habrá Chachitos con leche helada.