Luego de un receso, esta columna reinicia actividades. Agradece la atención que se le presta, las críticas que recibe y la colaboración de quienes se acercan con informes y aportes. De entrada deseamos que 2016 sea un buen año para la sociedad chihuahuense, particularmente para los ciudadanos con presencia cívica empeñados en que haya un nuevo curso para nuestra torturada vida democrática y podamos alcanzar en corto tiempo las bases para que despegue y se arraigue en nuestra vida pública el Estado de derecho.
Sobra decir que continuaremos en la misma línea crítica y de denuncia que hemos mantenido a lo largo de los últimos años por este medio. Hoy queremos simplemente anunciar lo que será nuestro manojo de propósitos, aunque esté de más reseñarlo. Es este:
1. Continuar el combate al cacicazgo instalado en Chihuahua y que se pretende consolidar con un quinquenio a cargo de Enrique Serrano, impuesto al partido del gobierno por el pacto de impunidad y corrupción que impera en México y encabeza Enrique Peña Nieto.
2. Redoblar esfuerzos para que la denuncia interpuesta contra César Duarte (AP/PGR/UEAF/001/2014-09) tenga el desenlace que la sociedad chihuahuense anhela y alcance el brazo de la justicia al cacique local y pague por sus crímenes. Este propósito ha sido, es y será esencial.
3. Reorganizar como un centro de participación cívica plural Unión Ciudadana como el brazo de la lucha contra la tiranía local.
4. Hacer del arma de la crítica el instrumento para denunciar la coagulación del sistema de partidos en una burda partidocracia que se convierte ya en una barrera para la expresión libre de los mejores intereses de la sociedad chihuahuense y preconizar la necesidad de construir una izquierda genuinamente democrática, con un programa inequívoco en contra de la desigualdad, la discriminación, el racismo y el sexismo. En particular, colocarnos en el bando opuesto a todo intento carismático y personalista, ajeno a las mejores tradiciones del socialismo democrático.
5. Denunciar en todo momento el proceso creciente de fusión de los negocios privados con los negocios públicos y del asalto de los empresarios neoliberales y conservadores que han brincado a la escena pública para añadir a su poderío económico el control de las instituciones gubernamentales
6. Preconizar la construcción de ciudadanía a través de fortalecer la cultura de la participación consciente en la vida pública, sustentada en valores ético-políticos que se coloquen al margen de una retórica para la simulación y el engaño.
7. Hacer de los derechos humanos el sustento de nuevas fórmulas de vertebración de la resistencia a lo establecido y que lastra nuestra vida en general, sea pública o privada.
8. Contra la corrupción y la impunidad seguir alentando la necesidad de establecer un Estado de derecho, propósito que es necesario ir decantando en conceptos claros y comprensibles para la sociedad, porque es frecuente que ya se le tenga como un lugar común en el lenguaje de todos, lo que ha provocado un vaciamiento de su contenido fundamental.
9. Abogar por la existencia de la más amplia libertad de expresión, contra la censura y la autocensura, el monopolio de los medios, el indebido y costoso financiamiento público para el culto de los gobernantes que se traduce en una sociedad desinformada y por tanto carente de motivos ciertos para encauzar sus demandas legítimas.
10. Estar en todo momento contra los mezquinos proyectos de poder que frecuentemente se revisten de lenguaje democrático pero que a final de cuentas quedan encerrados en el fermento de las peores tradiciones de hacer política, tanto en el país como en el estado. En otras palabras, colmar al proyecto democrático de todas aquellas notas que le dan sentido para regenerar la vida pública de México.
Quizás nos falten algunos puntos en esta agenda, pero no dudamos que atrincherándonos en ella solventaremos un compromiso inquebrantable del que hemos hecho un proyecto de vida compartido por un modesto equipo ciudadano.
Arrancamos con un mensaje visual que no mueve a duda del lugar en el que estaremos en los subsecuentes meses.
El 2016 es el año del triunfo de la sociedad que no se dá por capricho sino por la esencia de la justicia y la razón.
Mi estimado Víctor, me permito agregar algo a tu comentario. Desafortunadamente la justicia y la razón no trabajan solas ni en forma automática, para que la justicia y la razón se impongan se requiere de la participación ciudadana, de voluntad, de trabajo en equipo, de sacrificio y de muchas cosas mas. Iniciemos este 2016 con mucho trabajo y voluntad para sumar cada vez mas gente a nuestra lucha.
EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO BASTA DE SOPORTAR GOBIERNO RATERO.