liliana-alvarez-21abr2015

Ya es tiempo que la Universidad Autónoma de Chihuahua deje de ser motivo de las peores formas de hacer política. Chihuahua merece una UACH distante del gobierno –autónoma–, de la facciosidad que hoy la carcome y un pivote para la investigación, la formación de profesionales y abierta a la cultura que da abrigo a la elevación del espíritu humano. También se requiere recobrar su calidad de institución pública, porque hoy es cara y con ominosas políticas recaudatorias. Todo cuesta, todo grava la precaria economía de los aspirantes y, precisamente ese obstáculo, la mantiene cerrada a los estratos desprotegidos de la sociedad.

En la coyuntura advertimos todas estas miserias en la práctica de la intriga que tiene por nombre Liliana Álvarez, la directora de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), protegida del duartismo, del cual es cómplice y a quien debe el cargo, al igual que su marido, José Alfredo Fierro Beltrán, hoy magistrado del Supremo Tribunal de Justicia sin más mérito que rendirle loas y ditirambos al cacique local que lo empleó para golpear la independencia del Poder Judicial del Estado y hacerlo una especie de oficina puesta al servicio de los intereses de la corrupción política. La misma Álvarez ocupa el cargo virtud al golpe que se le dio al académico Alfredo De la Torre Aranda. Un poco de historia no viene mal, sobre todo si se corresponde con la propia y vanidosa autobiografía de Liliana Álvarez, aparecida en tiempo.com

La nada modesta directora, primigenia vendedora de mangos, se auto presenta como la primera mujer en casi todo, menos en feminismo, porque como estima que si a ella le ha ido bien, así le ha ido a todas. Hagamos un repaso con sus propias palabras:

“Fui la primera Síndica, la primera Contralora del Estado y soy la primera Directora de la Facultad de Contaduría y Administración (…) En 2009 me propusieron que presidiera la Asociación Nacional de Síndicos de México, siendo nuevamente la primera mujer en ocupar esa distinción, además de que antes ya había ocupado también la presidencia de la Asociación Estatal”.

Aunque no cree en las cuotas de género y está por la extinción de las mismas, la realidad es que esos primeros lugares jamás los hubiera ocupado si antes muchas mujeres no hubieran hechos sus esfuerzos para aniquilar en parte esa cortina de cristal que hacía imposible transitar hacia posiciones como las que ha ocupado ella. Pero ni parece que ha sido contralora, porque más que presumir que ha sido la primera aquí y allá, lo que debiera informar es qué ha realizado, cuáles son los frutos de su esfuerzo, porque ni en el municipio ni en el estado se registra que haya hecho aportación alguna a una genuina rendición de cuentas, para no referirnos a ese adefesio el turismo burocrático que es la Asociación Nacional de Síndicos, que dicho sea de paso, debiera desaparecer por inútil e inservible.

Para ella la Rectoría es como el café sin cafeína: no le quita el sueño. ¡Ahhhh!, pero en reciente entrevista dice que “efectivamente, quien ha ocupado el puesto de director o de directora de la Facultad de Contaduría, pues es un candidato natural a la Rectoría” y porque “es una circunstancia que está en el tiempo y en el ánimo de la comunidad universitaria”. Pero como buena priísta afirma, contradictoriamente, que hablar de eso es “anticiparse a los tiempos”, aún cuando desde 2013 viene hablando de lo mismo. Hablar así es cantinflear y la verdad la UACH ya no aguanta otro Cantinflas.

En realidad la directora de marras está que se muere por ser la primera rectora, aunque las cuotas de género no sirvan de nada y desde luego, para la mayor gloria de César Duarte, del que ha fungido como cómplice y tapadera. Sólo que el camino está plagado de abrojos.

Evoca la contadora que en Oaxaca los síndicos se eligen a tomatazos. Pienso que aquí los aspirantes a la Rectoría empiecen a ser rechazados de la misma manera.

Pobre UACH, tan cerca de Duarte y su escuela de la intriga, y tan lejos de la riqueza académica y los intereses de la sociedad.

 

Patriótica Redención: Ciudadana Unión

 

jaime-jesus-ramirez-olmedo-21abr2015

Don Jesús Ramírez produjo estos versos esencialmente dirigidos al significado de los ciudadanos que se unen para luchar por la dignidad y el Derecho. Gracias por lo que a mi corresponde.

 

Los anhelos de Madero,

Hidalgo, Carranza y Juárez,

hoy encuentran heredero

oficiando en sus altares.

 

Centro, cenit y nadir

de tierra, Nación y Estado,

retemblaron al rugir

de un cañón y su soldado.

 

García Chávez se erigió

como el hijo y abogado

que la Patria nos legó

para escarnio del malvado.

 

Su valor aglutinó

lo más diversificado;

Chihuahua se unificó

en torno a un ideal sagrado:

 

Combatir la sin razón

de un gobierno necrosado,

enfermo de perversión,

autoritario, enlodado;

de despótica afición,

de podredumbre infectado,

que refleja la actuación

de un sistema empantanado:

Una ilícita obtención

de riqueza en peculado

y en masiva adquisición

ranchos, hoteles, ganado;

nepotismo, corrupción,

patrimonio inconfesado;

vergonzosa sumisión

de un Congreso arrodillado;

ilegal nominación

de jueces y magistrados,

en flagrante violación

de Leyes y postulados.

Los medios de información

con récord presupuestado,

vendiendo su castración

a precio desorbitado.

 

Revistas, televisión,

Libros, redes, prensa, radio,

con sólo alguna excepción

comprados en vil resabio.

 

Con centros de educación

genuflectos y agachados,

Autonomía en postración

e intelectos arrastrados.

 

Censurable intromisión

en Partidos, que indignados

se cobran la vejación

con “futuros amarrados”.

 

El triunfo en cada elección

por sufragios negociados

y órganos de decisión

impuestos y coyundados.

 

Pasmante contratación

de artistas y connotados,

¡que despiertan sensación…

de pan y circo amañados!

 

Nula transparentación,

endeudamiento abultado,

mendaz certificación

y delito camuflado;

fármacos sin ton ni son,

vivebuses cohechados

y toda la construcción

a mafias y a monto inflado;

compras sin licitación

a oferente designado

y exceso en facturación

con soborno anticipado.

 

Y si faltara abyección

de un gobierno avorazado,

¡accionista relumbrón

de banco reorganizado!

 

Su inmunda putrefacción

contra el Pueblo soberano,

sólo admite una sanción:

¡La cárcel para el tirano!

 

¡Vivan México y Chihuahua

con paz, dignidad y honor!

¡Continuemos siendo fragua

que forje un país mejor!

 

¡Que viva Víctor Quintana

y viva Francisco Barrio!

¡Que viva Unión Ciudadana,

no un saqueador del erario!

 

¡Viva Jaime García Chávez

y viva Javier Corral!

¡Muera César Duarte Jáquez…

la vergüenza de Parral!

 

 

— Jesús Ramírez Olmedo

Chihuahua, Chih., enero 10 de 2015