Vifac: incondicionalidad bajo sospecha

Vifac es una de esas organizaciones ultraconservadoras que profesan el programa de ProVida y está en contra de todas las alternativas para la interrupción legal del embarazo. Tiene derecho de acción y de pensamiento, desde luego. Lo que es incorrecto es que se anuncie bajo el rubro de la “incondicionalidad” para atender y ayudar a las mujeres embarazadas, mismas que tienen derecho a la debida información sobre las alternativas y las políticas públicas vigentes en el país. Pudiera decirse que esta incondicionalidad que propalan guarda una neutralidad con relación a las diversas alternativas que se presentan con los embarazos, particularmente aquellos no deseados o de menores de edad o productos de una violación, frente a los cuales Vifac descarta todo lo concerniente a la interrupción legal. En otras palabras, Vifac engaña con su propaganda y eso, a nuestro juicio, es incorrecto.

¡Ah qué Nicolás!

El fiscal general del estado, Jorge González Nicolás, acaba de producir una de esas frases llamadas a la celebridad de quince minutos que denotan la absurda política de la avestruz de pensar que si se esconde la cabeza el asunto está resuelto, aunque en el caso que me ocupará, no se trata de esconder la cabeza sino de presumir 300 armas llamadas Barret. Dice el fiscal que si ellos –los sicarios que aparecen en un video en las inmediaciones de Creel– muestran “una” Barret, ellos, los del cacicazgo duartista “tenemos 300”. Esta es una forma absurda de abordar los problemas. No se trata tanto de la capacidad de fuego que tiene un gobierno sino el hecho de que una banda de particulares muestre un poderío nada pequeño, pero no solo, pues para los criminales organizados no se trata de una guerra formal de trincheras, sino de una guerra de movimiento en la que ellos golpean en el punto y a la hora que quieran, y si en ese momento los trescientos instrumentos de fuego están en sus casilleros, son tan poco dañinos como el piquete de un grillo cantador.

La obligación de Nicolás es convencer convincente y plausiblemente el por qué circula un video de particulares armados hasta los dientes, sea el video de hoy, ayer o antier.

Una duda

Ahora que el santo padre Francisco puso en su lugar a los corruptos, cabe preguntarse: César Duarte Jáquez, con toda y su consagración, ¿está desautorizado por el Vaticano?