La cadavérica CONAGO se reunió ayer en Durango –¿será casual el haber escogido la tierra de los alacranes?– y se escuchó un discurso del poder falaz como suficientemente ambiguo para no comprometerse con nada y hasta pudiera pensarse que con advertencias a los gobernadores. El presidente que no “jala” en materia de justicia, les exige a los gobernadores que “jalen parejo” y dejen de “nadar de muertito”. El informe en materia de justicia penal –¡hágame usted el favor!– estuvo a cargo de César Duarte, precisamente acusado de corrupción política ante la PGR. Duarte dijo el lugar común –qué se le puede exigir a una persona sin cultura jurídica–: “nadie por encima de la ley”. De aquí la pregunta: ¿Y por qué no se baja?, ¿por qué la pisotea? Como se escucha en una de las famosas obras de Shakespeare: palabras, palabras, palabras…
Mal de charros: culto a sí mismos y monumentos a la desfachatez
Los charros sindicales del país padecen la misma enfermedad: el narcisismo. Estos personajes prefieren enfocar el espejo hacia sí mismos para no ver reflejados los males de la república y quedarse, como en la churrigueresca mitología de la no menos rupestre política nacional, en una larga, laaarga, laaaaarga –por un pelito diríamos que hasta conmovedora– línea contemplativa de un tiempo que no ocurriría de no ser por ellos y sus mitomanías.
El “líder obrero” no quiso esperarse hasta los 80 años de la CTM y quién sabe qué apuro habrá tenido para develarse su propia estatua –lágrimas de por medio– en la mera sede de dicha organización en su aniversario 79, el pasado 24 de febrero, Día de la Bandera.
Las imágenes que muestran a Gamboa Pascoe develándose a sí mismo son de un arrebato margalopeziano; hasta Chachita se hubiera sentido inspirada para interpretar su rol en Nosotros los pobres: el hombre frente a sí mismo; tocando la gloria, condensada en tres metros de bronce, mirando afablemente hacia un horizonte, el mismo que hasta hace poco miraban los bustos de Fidel Velázquez y
Leonardo Rodríguez Alcaine, que Pascoe mandó quitar para ponerse él, en la eternidad que dura lo que dura el frenesí del que lo suceda en el cargo vitaliciamente. Tal vez por eso dijo en su ceremonia: “En la CTM vivimos con nuestros muertos, no los olvidamos, sabemos lo que les debemos”. Lo dijo él, que es una momia en vida.
Lo que también está para llorar es cuando, sin interpretación alguna, clarísimo también develó algo que ya sabemos acerca de su entreguismo sindical: “No hemos pagado a otros para que incentiven el desorden, se le ha apostado al diálogo, hemos comprendido cuando los empresarios han estado en situaciones difíciles porque no somos enemigos”.
El evento sin embargo no es una novedad. Aquí en Chihuahua, donde el duartismo está empeñado en ser número uno en todo, también ya se le adelantaron a don Joaquín, y ese fue otro charro sindical, Alejandro Villarreal Aldaz, el joven dirigente de la Sección 8 del SNTE, quien en noviembre de 2012 develó la placa con su nombre de una escuela primaria en la colonia Real Carolinas, en virtud de la destacada trayectoria (¿?) del profesor, según justificó la directora del plantel, Elisa Bustamante, que se inauguraba entonces en el turno vespertino con 18 alumnos. Tan desmedida modestia y tan lisonjera actitud no pudieron engendrar mejor despropósito.
Jaime Enríquez y su zona de confort
Exhibiendo una dentadura propia de un espécimen del pleistoceno, Jaime Enríquez increpa a los agentes de Validad porque supuestamente les ha cerrado la posibilidad para la mordida. Ese politicastro ni siquiera sabe dónde está el puente sobre el río Chuviscar de la avenida Universidad, como pude constatarlo por una declaración que le hizo a la prensa meses atrás. Él, cuyas dentelladas se conocen de antemano, ya no tiene razón alguna para ocupar el cargo que recién le dieron –sin merecerlo– por su capacidad o profesión por un sencillo motivo: ya acusó a sus subalternos de ser corruptos, mordelones, denostando sobre todo a los buenos agentes, que los hay, y frente a los cuales no tendrá cara para mandarlos o exigirles disciplina. A Jaime Enríquez sus dientes, más que su lengua, lo desmienten en eso de sanear la corporación de Vialidad, cuenta habida de que le gustan las tarascadas, esas jugosas con las que integra la polla que se reparte con el cacique y su fiscal. Columna con sabor a dentina primitiva.
Con Duarte, Chihuahua pierde competitividad
Contra lo que dice el cacicazgo y sus persuasores en materia de economía, Chihuahua decayó al nivel 27 entre las entidades federativas en competitividad. En sólo dos años perdió 7 lugares, pasando a ser de las últimas, entre otras razones, por la falta de visión del estado en este rubro. Lo dice el Banco Mundial a través de una de sus agencias. Y es que confundir el desarrollo de la economía con las bendiciones ballezanas del cielo, nunca ha sido una buena palanca para la prosperidad.
Pareciera que lo que interesa es la foto
Un diario de la ciudad de Chihuahua, de cuyo nombre no quiero acordarme, publica el día de hoy en su página de Sociales a una bella aspirante a diva. Iris Montessano desde luego que es una bella dama, con femineidad auténtica, pero el medio del que guardo amnesia no le hace una buena reseña, pues entra por un lado, entra por otro, pero nunca nos dice en qué trabaja, y todas esas cosas que hacen de una nota de esta naturaleza algo que realmente impulse la carrera de una mujer que despunta a la vida. Así para qué.