Hace unos minutos el señor Jesús Enrique Séañez Sáenz, comisario de César Duarte en la Universidad Autónoma de Chihuahua, me hizo llegar el oficio número REC-666/2014 *, mediante el cual me hace saber que no acudirá al debate a que lo invité y a celebrarse el 20 de noviembre a las 5:00 de la tarde. Ese debate tendría como materia el vergonzante desplegado que Séañez Sáenz, con todo el séquito de rectores y directores de instituciones medias y superiores del estado de Chihuahua, me dedicó a fin de intentar difamarme y calumniarme mediante la publicación de planas enteras en los periódicos de la capital del estado y en defensa de su jefe Duarte Jáquez. Esperaba tal declinación. Tal ausencia de acceder al diálogo y al debate abiertos, como corresponde a universitarios de noble linaje. Todo parece indicar que Séañez Sáenz es muy valiente para escudarse en el presupuesto con desplegados que desdicen mucho de la elemental cultura que se supone en una autoridad de su rango. Envileció el cargo rectoral, más en un momento en que todas las universidades tenían sus ojos en la tragedia de Iguala y él se dedicó a defender y llevar el conflicto al interior de la universidad cuando nada les concernía.
Llama poderosamente mi atención que en el mencionado oficio Séañez Sáenz diga que ya ambas partes hemos tenido la oportunidad de ejercer su derecho a la libre manifestación de las ideas. Bien se ve su cortedad de miras al estimar como ideas lo que en esencia es una descarada facciosidad lacayuna para cerrar filas con su amo. Jamás había habido “rector” más indigno ni negación tan grande de la autonomía universitaria. Tengo para mí que el rector reculó de un debate necesario. Vea aquí el oficio de referencia, la notificación y lo que dije y asenté en la misma.
Así las cosas y para participar de mejor manera en el Paro Nacional, no me presentaré a las 5:00 de la tarde en el Paraninfo de la UACH, a donde infinidad de estudiantes, maestros y ciudadanos en general estaban dispuestos a acudir. A ellos, mi gratitud.
* No puedo menos que recordar que 666 es el número de la bestia, y además, el mote que recibió una pomada llamada Salvarsan para curar la sífilis. También llegaron otras previsibles declinaciones de José Luis García Rodríguez, del COBACH, etcétera, etcétera.
este rector es el mas agachado y servil lacayo del gobernador además es el mas autoritario que ha tenido nuestra pobre universidad ya que no permite que los estudiantes ejerzan su libertad de expresión esperemos que cometa un error en el manejo del dinero publico que administra para refundirlo en la cárcel y se ausente del estado para siempre porque donde lo veamos de cercas le gritaremos su indigna conducta