Columna

Maru: gobernadora Longhorn

Como ha dicho el clásico: el privilegio es un beneficio para unos cuántos y un gran desaliento para todos los demás. Ayer la gobernadora del estado, María Eugenia Campos Galván, y su fiscal, César Jáuregui Moreno, anunciaron entre fanfarrias que crearon la policía ganadera, y como estos dos conceptos dicen poco, pretendieron elevarlos a la quinta potencia llamándolo “GEA”, es decir, Grupo Estatal contra el Abigeato.

La gobernadora, alcanzando el do de pecho, dijo enfática: “Cero tolerancia y mano dura. No importa quién sea ni de dónde venga, vamos a hacer un solo equipo en colaboración, para cuidar y blindar nuestro estado”. Hay que decir que así se habla cuando son los señores ganaderos los que piden; y no cualquier ganadero, los grandes ganaderos exportadores, que son conocidos por sus muy costosas tejanas, botas, vehículos, riqueza abundante, apoyos económicos estatales, y lo más importante: violadores de los derechos laborales de sus trabajadores que prácticamente están sujetos a un peonaje de corte porfiriano.

Generosa fue la respuesta oficial, pues va a alcanzar —¡oh ilusión!— hasta los cargos por investigación de fraudes cometidos en el sector agropecuario. Prácticamente se está ofreciendo que haya un cien por ciento de carpetas de investigación y punitivismo para nutrir los penales de Chihuahua que son un polvorín.

Los señores de los cuernos largos tendrán ventanilla única para que denuncien y respuestas eficientes y eficaces. Aclaro que todos estos conceptos son tomados del boletín de prensa que se envió a todos los periódicos, para la mayor gloria de este gobierno. Al final rubricó el compromiso señalando que van a tener estadística para rendirle cuentas a los ganaderos.

Todo esto se dijo en un lugar de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua que se llama “Anillos de juzgamiento”.

Sí señores, Maru les dijo a los ganaderos: aquí está su gobernadora.

Policía ganadera.

Vivimos en un estado que reporta el colapso del gobierno. Quieren vivir de puro maquillaje y servidumbre a los privilegiados de siempre, en este caso a los hombres de tejanas costosas a los que Maru pasó revista, cuando ellos, a su vez, también le pasaban revista a ella.

Esto sólo puede suceder en un “Anillo de juzgamiento”.

Queda claro que en Chihuahua vale más una res que un hombre y una mujer víctimas de algún delito.

Tenemos gobernadora Longhorn.