Mueren 7 cadetes del Ejército por irresponsabilidad de Crescencio Sandoval
Todo indica que el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval no ha ido al cine a ver la película “Heroico”, del director David Zonana, el estrujante drama que pone al descubierto los abusos de la jerarquía militar contra los cadetes que aspiran a ingresar, no tanto por amor a la patria sino por meras necesidades económicas y familiares.
En esa cinta se develan los abusos a los que son sometidos los alumnos a quienes se orilla a recibir callados golpes, malos tratos, humillaciones, insultos, amenazas, lesiones que llegan a la muerte y el obligarlos a cometer delitos al lado de la delincuencia organizada.
La película que comento revela una historia que vive oculta en el país, narrada cinematográficamente con talento y también con valentía, dada la amenaza militarista que se cierne en la república por el gobierno de López Obrador.
Sirvan estos párrafos como antecedente para examinar brevemente cómo se cimbró el país y el Ejército mismo con una novatada en la que perecieron siete cadetes que murieron ahogados el pasado 20 de febrero en Ensenada, Baja California.
Los nombres de estos jóvenes son: Luis Manuel Vilchis Díaz, Fernando Isaías Pérez López, Brando Francisco Gastélum Ayala, Arturo Esteban Sarmiento Gaxiola, Carlos Omar Frías Lanfard, Michael Arellano Wilkinson y Óscar Abraham Sánchez Reyes, hombres cuyas edades oscilan entre los 18 y 29 años y oriundos de Sonora, Estado de México y Veracruz.
Estos jóvenes fueron obligados, en un supuesto adiestramiento, a ingresar con uniforme y equipo en mar abierto con olas de varios metros de altura. Esta salvajada es responsabilidad directa de un teniente coronel de nombre David López Ordaz, encargado de un centro de adiestramiento donde se practicó esa irresponsable instrucción, con la que pretenden templar la valentía de futuros soldados.
Esta columna envía una solidaridad a los familiares de estos jóvenes, condena la barbarie que se da en el Ejército, desea que no haya impunidad de la que se tramita ante tribunales castrenses, y muy especialmente que de esto se responsabilice al general secretario de la SEDENA, por soslayar la modernización en la formación de militares profesionales, impidiendo la brutalidad que la película Heroico describe, y que seguramente Sandoval no ha visto, porque lo suyo es ahora la política y los negocios.